El humorista Ulises Toirac compartió un mensaje en su perfil de Facebook en el que criticó el control que ejerce el Partido Comunista de Cuba y el Estado sobre los medios de comunicación del país.
En el post habló de los cuatro elementos que, a su juicio, hacen posible que hoy no tengan “solución” los problemas que persisten en la producción audiovisual cubana.
"La primera dicotomía asoma en el hecho de ser un medio Estatal. Más que Estatal, del PCC y es utilizado para emitir la posición y criterio de ambos (partido y gobierno)", aseguró.
El artista apuntó que, bajo estas circunstancias, el humor del país está lejos de florecer.
También habló de lo que calificó como la "seudoautodefinición" de la televisión pública. "Esto impone en cualquier televisora en el mundo una restricción de finanzas bien seria, por lo que es difícil que se realicen producciones costosas como series, novelas, largometrajes para tv, transmisiones deportivas, espacios noticiosos, etc", afirmó.
En este aspecto hizo referencia a lo costoso que es producir televisión en Cuba, a la cual compara con un "bebé lactante", que depende "de un soporte poco eficiente económicamente y con serios lastres en sus relaciones productivas cada vez más deformadas".
"Constantemente tiemblan las 'asignaciones' y un año sí y el que viene 'ya veremos'. Y en su interior, la imposibilidad de trazos serios de proyección, y de planificación de reformaciones, mantenimiento, construcciones y compras. Hablo pensando en equipamiento técnico, estudios, servicios escenográficos, vestuario, maquillaje...... y un largo etc", agregó.
Para el actor, también conocido por su personaje de Chivichana, tiene un gran peso en todo el problema "la subjetividad de los análisis del humor".
Analiza cómo los criterios de aquellos dirigentes que se encargan de aprobar lo que se publica pueden ser diversos, por tanto “ lo que para unos es irrespetuoso -agrega- para otros es hilarante, para terceros es racista y para algunos aburrido”.
Cuenta en su escrito que es necesario ganarse la “confianza” de los dirigentes para pasar el filtro que autoriza a un programa salir al aire.
"Lo que para unos es irrespetuoso, para otros es hilarante, para terceros es racista y para algunos aburrido. Cada dirigente ve cada chiste de forma diferente. Hay que ganarse una 'confianza' inicial para que cada análisis no venga precedido por la suspicacia y aún así pasar un serio filtro de acuerdos para poder salir al aire (...). Lo que ayer era publicable hoy es sencillamente contrarrevolucionario, por obra y gracia de la situación coyuntural”, escribió Toirac en referencia a los pretextos que se utilizan a menudo para decidir que un programa no puede ser transmitido.
También aludió al olvido al que son sometidos muchos creadores. "Valga decir que durante años la televisión cubana ha retransmitido cientos de programas Jura Decir La Verdad, por ejemplo, sin pagarle un solo centavo a sus autores", lamentó.
El humorista cubano ya se había manifestado en las redes sociales en contra de la represión que sufrió la marcha independiente por los derechos LGBTI el pasado mes de mayo. También lo hizo cuando el tornado afectó a varios municipios de La Habana a principios de este año y cuestionó que el transporte público hiciera campaña política a favor de la nueva Constitución y no por los damnificados del evento meteorológico.
Otros humoristas, como Luis Silva (Pánfilo) han criticado la censura que sufre el humor en la televisión cubana. En particular el actor hace poco publicó un vídeo donde se preguntaba junto a su equipo de producción "¿dónde están los nuevos capítulos de Vivir del Cuento?", en referencia a los episodios que han sido grabados y aún esperan por ser estrenados.
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