El embajador de Cuba en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, ha asegurado este viernes que el Departamento de Estado de la nación estadounidense busca “producir Guaidós” en territorio cubano.
El órgano oficial del Partido comunista -único legal en Cuba-, Granma, no tardó en reproducir las acusaciones del funcionario y extendió todavía más el ataque de este contra los Estados Unidos al decir que la idea de “fabricar Guaidós” era una “aberración de la Casa Blanca”.
“Hay que estar sencillamente desesperado para insistir, tras el fracaso en Venezuela, en la creación de líderes para subvertir gobiernos”, agregó Granma en referencia a Juan Guaidó, que ha sido legitimado por más de 50 países como presidente legítimo de la nación suramericana y lidera la oposición contra Nicolás Maduro.
Esta embestida contra Estados Unidos por parte del Gobierno cubano y la prensa oficialista llega a raíz del proyecto “Líderes cubanos emergentes” que lanzó el Departamento de Estado de ese país, cuya convocatoria cierra el próximo 26 de julio.
El proyecto tiene como objetivo fortalecer las habilidades de la sociedad civil cubana para desarrollar la democracia y respaldar el respeto a los derechos humanos en la Isla.
La convocatoria persigue, además, que los jóvenes cubanos participantes regresen a Cuba a promover cambios positivos a la ciudadanía, una vez terminados los estudios en Estados Unidos.
Este tipo de proyecto no es nuevo. Estados Unidos ha apoyado a jóvenes con capacidades de liderazgo en Cuba durante largo tiempo, mediante becas y planes de estudios diversos en su país.
Actualmente, las autoridades en Cuba se encuentran particularmente crispadas por las nuevas sanciones de la Administración Trump que han limitado en gran medida los viajes de estadounidenses a la Isla, lo que amenaza con afectar aún más la maltrecha economía nacional.
Ya los cubanos comienzan a lamentarse porque La Habana Vieja "se ha quedado vacía" a raíz de que los cruceros ya no pueden viajar a aguas cubanas.
Estas nuevas sanciones por parte de la Casa Blanca se han debido en gran parte al apoyo incondicional que La Habana suministra al régimen de Maduro en Venezuela, según lo han confirmado varios voceros y representantes del Gobierno estadounidense.
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