Una comunidad del barrio Malezas 1, ubicada en las cercanías del Pedagógico villaclareño, se encuentra sin servicio de agua desde hace 26 días, y a pesar de tener las cisternas colmadas del líquido.
Las dificultades con un tubo de 3 pulgadas, y sobre todo la indolencia e inoperancia de las autoridades gubernamentales de la provincia han dejado con sed a 15 edificios y 288 apartamentos que sirven de morada a cientos de santaclareños.
“Cuando comenzó el problema enseguida fuimos a notificarlo a la Empresa de Acueducto, y nos prometieron que iban a revisar el asunto, pero hasta el día de hoy. Aquí no ha venido nadie”, aseguró Juan, uno de los afectados.
Ante la lamentable situación que padecen estas familias la única salida ha sido introducir cubos en la cisterna para extraer el agua y luego cargarla por las escaleras hasta las plantas más altas. Sin embargo, a ellos se suma todavía un problema mayor, pues la continua exposición del depósito ha contaminado el agua.
“Es que no todos los cubos y recipientes que meten están limpios, la gente en su desespero introduce cualquier cosa para allá abajo y entonces ensucian la contaminan”, explica una señora que busca el agua de beber en la casa de un familiar cercano, a casi un kilómetro del lugar de la afectación.
“Después se llenan la boca para hablar del bloqueo, y el problema no es el bloqueo sino ellos mismos que no se ocupan a tiempo de los problemas del pueblo”, espetó una de las entrevistadas a la emisora santaclareña CMHW, y enseguida los micrófonos de la radio santaclareña giraron en otra dirección.
Mientras que algunos funcionarios aseguraban desconocer el problema, otros se lavan las manos diciendo ahora que no tenían a su alcance el tubo idóneo para sustituir el conducto. A todas luces se trata de un problema de administración e irresponsabilidad por parte de los decisores quienes, como es de suponer, ni sienten ni padecen lo que implica estar sin agua casi un mes.
José Alejandro Morales, vicepresidente del gobierno en la ciudad de Santa Clara, se presentó hoy en la comunidad afectada y en alocución radial trató de apaciguar los cuestionamientos públicos: “Aquí estamos todos los implicados, se hizo el análisis de la situación, y hoy mismo se comienzan a buscar los recursos pertinentes para darle solución. Se espera que en los próximos días se solucione el problema”.
Sin embargo, el propio funcionario gubernamental que ahora habla de las ingentes gestiones del gobierno y de solucionar el problema en los “próximos días”, como si cuatro semanas sin agua no fuera demasiado ya, fue uno de los que no se dio por enterado cuando algunos vecinos le dieron cuenta de su calvario.
“Yo fui hasta su oficina, y me aseguró que el lunes siguiente vendrían a revisar el asunto, pero aquí no vino nadie ni del gobierno, ni de acueducto, ni de la CONACA”, asegura uno de los afectados a la radio santaclareña.
Tener acceso al agua de manera permanente es una añoranza para miles de santaclareños, que solo disponen del servicio de manera alterna. Los ciclos de abasto pueden tener frecuencias tan dilatadas como de 2 o 3 semanas, en dependencia de la zona donde se ubique el domicilio y el estado de las redes de distribución de un acueducto casi centenario.
Si bien Santa Clara describe la situación más crítica de la provincia, varios poblados sufren igualmente por la escasez de agua en este minuto. Tal es el caso del consejo popular Mataguá o el municipio de Camajuaní, este último ubicado a 26 kilómetros de la ciudad de Santa Clara, y donde todas las estaciones de bombeo se encuentran colapsadas actualmente.
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