La escasez de alimentos en Cuba ha disminuido también la oferta en los restaurantes y cafeterías privados, así como a subir los precios de sus productos, denunció Martí Noticias.
Según Pedro Acosta, cuya hija administra la paladar Doña Cecy, en el reparto Casino Deportivo, en La Habana, la limitación en la venta de los productos ha incidido en el alza de los precios.
“Uno se ve obligado a hacer las colas que hace la población para comprar uno o dos paquetes. Esto te obliga a tener que llevar personas contigo para que te ayuden y esto hay que pagarlo (…). Cuando antes tú con cinco u ocho dólares resolvías un transporte para comprar tus cosas, ahora tienes que pagar entre 15 o 20”, explicó.
La venta regulada de alimentos a cuentapropistas afecta a emprendedores de todo el país. En Sancti Spíritus, por ejemplo, se informó que los paquetes de salchichas solo comercializarán cada tres meses, y que la distribución de huevos tiene problemas.
En Santa Clara, Yoel Espinosa Medrano lamentó que en su cafetería una tortilla que antes costaba cinco pesos, ahora debe venderla a siete, pues el precio de sus ingredientes ha subido.
El pasado 9 de junio, se inauguró en Ciego de Ávila un mercado mayorista para surtir de víveres (como papas y varios tipos de frijoles) a los cuentapropistas vinculados al turismo.
En medio de la escasez de alimentos que sufre la población, el periódico oficialista Invasor anunciaba que en el mercado “los clientes disponen de una amplia gama de productos agropecuarios frescos, algunos de los cuales con amplia demanda por los visitantes”.
Mientras, los dueños del resto de estos negocios siguen reclamando un mercado mayorista donde se supla la demanda de productos.
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