La periodista y escritora E Jean Carroll, de 75 años, ha revelado que el presidente Donald Trump abusó de ella en un probador de la tienda Bergdorf Goodman, en Manhattan, a finales de 1995 o principios de 1996.
En aquel entonces Carroll, de 52 años, era presentadora de un programa de televisión diario en la estación de cable America's Talking; él, dos o tres años más joven, era ya un famoso magnate inmobiliario.
En un extenso artículo que publicó la revista Nueva York, y que forma parte de un libro aún no publicado, la escritora contó cómo el actual mandatario le pidió consejo acerca de un regalo que quería hacer a una amiga. Él escogió un “traje transparente de encaje de color lila gris” y le pidió que lo modelara para él, a lo que ella respondió que debía ser él quien lo probara.
“En el momento en que la puerta del vestidor se cierra, se abalanza hacia mí, me empuja contra la pared, me golpea la cabeza bastante mal y pone su boca contra mis labios. Estoy tan sorprendida que lo empujo de nuevo y empiezo a reírme otra vez. Toma mis dos brazos y me empuja contra la pared por segunda vez, y, cuando me doy cuenta de lo grande que es, me sostiene contra la pared con su hombro y mete la mano debajo del vestido de abrigo y me baja las medias”, narró.
“Al momento siguiente, todavía con el atuendo de negocios correcto, camisa, corbata, chaqueta de abrigo, abrigo, abre el abrigo, se desabrocha los pantalones y, forzando sus dedos alrededor de mi área privada, empuja su pene hasta la mitad, o por completo, no estoy segura, dentro de mí. Se convierte en una lucha colosal. Llevo un par de robustos tacones altos de Barneys de charol negro de cuatro pulgadas, que ponen mi estatura en seis y uno, y trato de pisotear su pie. Intento empujarlo con mi única mano libre, por alguna razón, sigo sosteniendo mi bolso con la otra, y finalmente me pongo de rodillas lo suficientemente alto como para empujarlo hacia afuera y hacia afuera, me giro, abro la puerta y corro. Fuera del vestidor”, detalló.
“Todo el episodio dura no más de tres minutos”, añadió.
Al darse a conocer el hecho, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que lo desmiente totalmente.
“Nunca conocí a esta persona en mi vida. Está tratando de vender un nuevo libro, lo que debería indicar su motivación. Se debe vender en la sección de ficción”, expresó Trump.
“Es una vergüenza para aquellos que inventan historias falsas de asalto para tratar de obtener publicidad por sí mismos, o vender un libro, o llevar a cabo una agenda política. (…) La Sra. Carroll y la revista Nueva York: ¿No hay fotos? ¿No hay vigilancia? ¿No hay video? ¿No hay informes? ¿No hay asistentes de ventas? Me gustaría agradecerle a Bergdorf Goodman por confirmar que no tienen imágenes de ningún incidente, porque nunca sucedió”, añadió.
Finalmente, Trump sugirió que el partido demócrata podría estar detrás de esta nueva acusación de abuso sexual. “El mundo debería saber lo que realmente está sucediendo. Es una vergüenza y la gente debería pagar caro por tales acusaciones falsas”, concluyó.
Por su parte Carroll, que no acudió a la policía, sí contó lo sucedido a dos amigas, dos reputadas periodistas cuyos nombres no han sido revelados. Ambas fueron confrontadas por la revista Nueva York y han confirmado que recuerdan perfectamente el incidente.
La escritora, que hace la número 16 en la lista de presuntas víctimas sexuales de Trump, también explica por qué no lo ha hecho público hasta ahora.
Aclaró que ha visto a otras mujeres que lo han hecho “recibir amenazas de muerte, ser despedidas, arrastradas por el barro (…) solo para ver al hombre darse la vuelta, negar, amenazar y atacar. Además, soy cobarde”.
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