Al menos seis ciudadanos cubanos fueron retenidos la tarde del viernes en el Aeropuerto Internacional de La Habana, justo cuando realizaban sus trámites de aduana para abordar un vuelo de la aerolínea Avianca con destino a Managua, Nicaragua.
Hasta el momento no se conocen todos los detalles de lo acontecido pero una de las retenidas contó a un familiar fuera de Cuba que fue esposada y conducida a una oficina del aeropuerto, donde fue interrogada y obligada a firmar un documento en el cual se compromete a no reiniciar ningún tipo de trámite de viaje al exterior durante al menos un año.
Según dijo al familiar, se le catalogó como "posible emigrante", y bajo ese precepto se le prohibió la salida del país.
Durante el interrogatorio, que catalogó como muy agresivo, un investigador le preguntó sobre el monto de dinero que llevaba consigo para el viaje a Nicaragua, así como la fuente que abonó el dinero para pagar el boleto de avión.
Cuando la joven expuso que un familiar en el exterior compró el pasaje, por el cual pagó unos 700 dólares, le preguntaron si quería meter también a ese familiar en un problema.
Lo interesante de este hecho es que las seis personas contaban con visas aprobadas por la Embajada de Nicaragua en Cuba, y tampoco la aerolínea Avianca puso reparo para que esos viajeros despacharan sus maletas y obtuvieran su pase a bordo. El vuelo debía salir a las 5:58 pm de La Habana rumbo a Managua, con escala en El Salvador.
Se ha podido confirmar que los teléfonos celulares de estas personas fueron embargados y se accedió a información privada, como mensajes de texto y correos electrónicos.
Una abogada residente en La Habana, de larga trayectoria en el sistema de defensa penal de los Bufetes Colectivos, al ser consultada consideró que "este hecho se sale de las cuestiones normales. No tengo ni idea de qué decirles. Sólo se me ocurre sugerirles a esos ciudadanos cubanos que vayan a Inmigración a confirmar, porque sólo sería eso, confirmar, que tienen una prohibición de salida".
"Me imagino que puede estar relacionado con medidas para evitar el éxodo hacia Estados Unidos a través de América Central", agregó.
"Esos individuos no están cometiendo delito, por ello no creo que eso implique llevarlos a Villa Marista (centro de operaciones principal del Ministerio del Interior), pero quizás es una forma de asustar", consideró la jurista.
"La otra posibilidad es que aunque estas personas no se conozcan entre ellos exista un tronco común y lo estén relacionando con un posible tráfico de personas", concluyó.
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