Un informe periodístico del diario español El País señala que durante los siete años que Julian Assange, fundador de WikiLeaks, estuvo refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres fue vigilado las 24 horas.
Entre toda la información que logró recopilarse se pudo descubrir un posible plan secreto para sacarlo de la sede diplomática. El objetivo era llevarlo a Cuba o Rusia, sin embargo, Assange se negó porque lo consideraba “una derrota”.
Los encuentros con los letrados, las notas en su cuaderno, así como los estados de ánimo y cada movimiento dado por el ciberactivista australiano, fueron recopilados en diferentes informes por la empresa de defensa y seguridad privada española Undercover Global S. L.
No obstante la paranoia de Julian Assange y el temor a estar siendo espiado lo llevaron a tomar medidas como encontrarse con sus abogados en el baño de señoras, usar un distorsionador de voz o hacer apuntes en su cuaderno intentando ocultarlos con la tapa de este.
Sin embargo el “huésped", como se refieren a él en los informes de inteligencia a los que tuvo acceso El País, fue vigilado de manera casi obsesiva, sobre todo durante el Gobierno de Lenín Moreno, quien lo entregó a las autoridades británicas.
El diario español contactó con la empresa de defensa y seguridad y cita las palabras de su director y propietario, David Morales, quien aseguró que “toda la información es confidencial y pertenece el Gobierno ecuatoriano. Nuestra empresa fue subcontratada por el Gobierno de Ecuador. Nos limitamos a realizar un trabajo”.
Aún cuando el Gobierno de Moreno canceló el contrato con la empresa española en el 2018 se siguió espiando a Julian Assange a través de la entidad ecuatoriana Promsecurity, asegura El País.
“Las cámaras de vídeo siguieron grabando todas las reuniones y, al menos, en una ocasión personal de la embajada o del nuevo equipo de seguridad fotografiaron la carpeta del abogado Aitor Martínez en un receso de su entrevista con el activista australiano”.
Todo el material recopilado llegó a manos de otras personas que lo utilizaron para extorsionar al fundador de WikiLeaks. Desde Alicante, España, le pedían tres millones de euros. Actualmente hay un proceso investigativo y dos de los presuntos extorsionadores fueron detenidos.
Julian Assange espera a ser enviado a los Estados Unidos, donde podrá ser juzgado por al menos 18 cargos por difusión de material clasificado. La vista está prevista para febrero de 2020.
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