Ya no solo se trata de la afectación directa al sector residencial, y el malestar generado por el regreso de los apagones en Cuba, sino también los perjuicios que han sufrido sectores básicos de la economía y los servicios. Tal y como dio a conocer la emisora CMHW, en la ciudad de Santa Clara se han dejado de entregar a miles de litros de leche por diferentes motivos, todos asociados a las dificultades energéticas del momento.
“La pasteurizadora de la ciudad de Santa Clara se ha visto seriamente afectada por la interrupción del servicio eléctrico, y si bien esta no es la causa directa de que ahora mismo se le deban a los consumidores miles de bolsas, los cortes eléctricos han imposibilitado la recuperación de los ciclos de entrega”, indicó la estación radial santaclareña.
Según el parte oficial de la dirección del comercio interior en el territorio, se deben 60 mil bolsas a aquellos niños con edades comprendidas entre 7 y 13 años de edad. A esos infantes les corresponde yogurt de soya, pero antes las dificultades con la planta productora de Cumanayagua en Cienfuegos se les estaba entregando leche, pero ahora tampoco eso.
De igual manera se han visto afectados aquellos pacientes tributarios de dieta médica, pues se han dejado de asignar 21 mil 500 bolsas de leche a pacientes con diferentes patologías médicas. Y a ello se suman otras 550 bolsas, que según explicó CMHW se deben a otros consumidores ante la descomposición del producto al momento de ser expendido, o sea cortes masivos de leche.
Los atrasos en la distribución de leche son bastante comunes en Villa Clara. Los niños y pacientes con dieta médica (únicos cubanos con asignaciones de leche), en ocasiones deben esperar varios días para que les salden las “deudas” acumuladas, y cuando eso ocurre muchas veces el alimento llega cortado a la bodega. En no pocas ocasiones las autoridades gubernamentales han reconocido que cientos e incluso miles de bolsas se cortan a diario en la provincia.
Por si esto fuera poco, en la última década han desfilado unos 15 directivos por la empresa láctea provincial, y varios de ellos han sido procesados judicialmente por desvío de recursos. Desde la pasteurizadora santaclareña se han generado varios escándalos a partir de la distribución de bolsas de leche selladas con moscas dentro, o el expendio de queso con gusanos.
Los cortes eléctricos del presente vienen a ponerle la tapa al pomo, como decimos en buen cubano, pues además de los molestos apagones, y la escasez alimentaria del momento, se ve afectada la alimentación de aquellos segmentos poblacionales más vulnerables. Doce años después de que Raúl Castro sentenciara en Camagüey que un vaso de leche tenía que dejar de ser un lujo para los cubanos, ni siquiera los niños tienen asegurado ese alimento.
“Ante tan compleja situación, políticos, gobernantes y directivos de la empresa eléctrica se han puesto de acuerdo para evitar en la medida de lo posible el corte en aquellas entidades y empresas de producción, que son claves para la población. O de lo contrario tendríamos coctelitos de desgracias”, indicó la CMHW.
Los repetidos cortes eléctricos de los últimos días no solo han mantenido en ascuas al sector residencial, que ha revivido las amargas experiencias del período especial en medio de un tórrido verano, sino que además se han quedado sin servicio de agua barrios de ciudades como Santa Clara, pues los cortes eléctricos han afectado igualmente a las estaciones de bombeo de agua, dilatando los ciclos de abasto del líquido.
Los medios oficialistas —incluyendo a la CMHW— hicieron mutis sobre estas problemáticas sociales durante la visita del presidente cubano Miguel Díaz Canel a Santa Clara, y se concentraron en reseñar con una alegría rayana al paroxismo el recorrido del mandatario y la primera dama.
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