A pesar de que Cuba es un destino de “sol y playa” de referencia, la realidad es que vacacionar en la Isla no es una tarea fácil. Cuando una familia cubana planea su verano sabe que se enfrenta a una nueva tarea de resistencia, astucia y una buena dosis de resignación.
Prepararse para el verano
El numen de unas vacaciones en Cuba es poder hospedarse en un hotel "Todo Incluido". Pero esto es un sueño que no está reservado para todos. Quienes en Cuba pueden sufragar esos gastos, por lo general, o tienen algún familiar en el exterior que colabora con dinero, o trabajan directamente con el turismo, o poseen una entrada económica extra a su salario profesional.
Muchas familias cubanas pasan todo un año ahorrando para tener una semana de vacaciones en un hotel. Sacrifican otras inversiones importantes para poder conseguir unos días de sano entretenimiento. Pero no siempre los servicios que encuentran al llegar a su destino valen el esfuerzo.
Hoteles en Varadero
Unas de las ofertas turísticas dedicadas a los nacionales que más aceptación tienen son las reservas en instalaciones de Varadero. Existen en la isla diversas empresas que las comercializan, aunque las diferencias de precios entre ellas no son significativas.
En otras palabras, da igual con quién usted contrate su estancia, los precios oscilan en el mismo rango. La diferencia está en el hotel que elija. Una vez más tiene que usar la astucia, indagar con vecinos y amigos y jugársela (como decimos en buen cubano).
Calidad y precio no siempre van de la mano
Los cubanos hemos aprendido a restarles peso a los detalles. Esto no es nada bueno para quienes ofrecen servicios de hostelería, porque en el mundo del turismo cada cosa cuenta para crear en el cliente una experiencia memorable.
Entre las instalaciones que este verano 2019 los cubanos mejor valoran están las gestionadas por Iberostar. Pues poseen una variada oferta gastronómica, buena animación turística, correcto funcionamiento de los aires acondicionados, servicios que no se disfrutan siempre bien en otros hoteles.
Pero cuando nos vamos a los detalles…
“Se formó la de San Quintín”. En hoteles de Iberostar el cliente puede encontrar empleados con uniformes roídos y desteñidos, mesas y vasos sucios en las áreas comunes del hotel, artefactos rotos, goteras en el lobby, puertas mal restauradas, incluso rotas, en áreas comunes.
Una de las mayores quejas está en la higiene de las instalaciones hoteleras de todo Varadero. Se pueden encontrar cortinas de ducha con moho, polvo y arena en las esquinas de las habitaciones y en las puertas y pasillos, cristales con huellas por todos lados, espejos empañados, colillas de cigarro entre las plantas y suciedad visible en los baños del lobby. Indicadores que definitivamente no se corresponden con los estándares de un hotel con más de 3 estrellas.
Aparecen problemas hasta en el viaje de regreso
En la mayoría de los casos el viaje a estos hoteles “Todo Incluido” de Varadero corre a cargo de la compañía Transtur. Comienzo por celebrar la profesionalidad de sus conductores, porque en adelante no habrá otra cosa positiva que mencionar.
La mayoría de los viajes no cumplen con los horarios. Especialmente con la recogida de huéspedes en los hoteles se crea una situación desagradable. Pueden llegar a tardar más de tres horas, en la que los clientes deben esperar pacientemente a ser recogidos, sin derecho a indemnización.
Los baños de algunos autobuses no funcionan y además no cuentan con bolsas para vomitar. Más de un viajero ha padecido mareos y los efectos que esto ocasiona en el resto de los pasajeros ya el lector los puede imaginar. Además, hay mosquitos dentro del bus frecuentemente.
“¡¡Oye que bien la pasamos!!”
Al llegar a casa te olvidas de la mala cara de la camarera desestimulada que nunca te trajo aquel café, o de la toalla con una mancha en la punta, o de la losa rota en la piscina donde casi pierdes un dedo. Porque hemos mal-aprendido a quitarles peso a los detalles.
Cuba no evolucionará en el turismo hasta que sus funcionarios y gestores hoteleros comprendan que el sector terciario es el universo del detalle.
Un cliente insatisfecho habla con 11 personas
El incremento de la cantidad de turistas anuales no es un dato relevante para evaluar la gestión de esta industria en Cuba. El gobierno puede informar un aumento de 3, 4, 5, 8 millones de turistas anuales, pero pueden ser simples clientes embaucados.
En tal caso el dato estadístico estaría hablándonos de una mejora en la estrategia de comercialización del producto Cuba, pero nunca de una gestión óptima de éste. ¿Cuántos de esos millones de turistas anuales nos visitan por segunda vez? Esa pregunta debería atormentar a los hoteleros cubanos.
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