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La Oficina Nacional Para la Atención de los Refugiados en Panamá (ONPAR) rechazó la petición de asilo de una migrante cubana y su esposo, a través de un documento oficial donde se cita al medio oficialista Cubadebate.
Lisandra Farray, miembro de las Damas de Blanco en la región central del país y del Foro Antitotalitario, recibió la sentencia el pasado jueves. En el documento se aclara que la cubana salió del país por pertenecer a grupos opositores y ser blanco de constantes “amenazas de muerte” por parte de la seguridad del Estado. Incluso, se hace mención de un intento por separarla de sus hijos.
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Sin embargo, las autoridades panameñas negaron la solicitud de refugio, presentada por Farray a inicios de mayo, y anexaron un artículo publicado el 10 de diciembre de 2018, por el sitio Cubadebate, titulado: “Cuba reitera protección de los Derechos Humanos para todos”.
En el mismo, se reproducen las declaraciones de Margarita Valle, funcionaria cubana del Departamento de Asuntos Socio-Humanitarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, durante el Seminario Internacional Diálogos en torno a los Derechos Humanos.
Según Valle, en mayo del pasado año el régimen de la Isla se presentó al tercer ciclo de exámenes del Consejo de Derechos Humanos y alcanzó resultados positivos. Incluso, aseguró que el Gobierno cubano había tomado las “recomendaciones” aportadas durante el 39 período de sesiones de la comisión internacional.
Por tanto, la ONPAR determinó que los elementos expuesto por Farray no estaban fundamentados y se daban “dentro de un contexto de malestar” por el Gobierno de turno. “No es una situación de persecución, tal como se puede corroborar con las informaciones del país de origen", señala el informe.
La activista, que tiene siete meses de embarazo, y su esposo, Aliosky González, arribaron en abril a Panamá desde Trinidad Y Tobago.
Farray formó parte del grupo de 8 cubanos arrestados en febrero de 2018 por las autoridades trinitenses, tras protestar en las inmediaciones de la oficina de Naciones Unidos en ese país y dormir en el pavimento mientras exigían su traslado a Estados Unidos en condición de exiliados políticos.
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