Un peso pequeño gana o pierde tirando golpes. No existe otra manera. Eso es boxeo. Ese es el boxeo. Ahí están en la historia “Orlandito” Martínez, Maikro Romero, Manuel Mantilla, Rogelio Marcelo… hasta otros menos conocidos (recordados) como Yampier Hernández o Andry Laffita. Abajo –divisiones pequeñas-, el trabajo debe ser incesante y eso en ocasiones lo olvidan en la Finca de “El Wajay” y en la esquina durante los combates.
Claro, si hablamos del pugilismo de Lima-2019 la noticia es que Cuba alcanzó la noche de este jueves cuatro medallas de oro, pero roza lo inadmisible olvidar las malas actitudes adquiridas en los últimos años por nuestros fajadores, quienes muchas veces se dedican a enseñar su excelente esgrima boxística, muestran su elegante riposta y olvidan que el boxeo es un deporte de combate y que, por ende, el inicio y final de todo es golpear a su rival. Aquella persona que necesite aprender cómo el mejor pierde ante el peor, puede remitirse a la pelea de Yosvany Veitía (52 kilogramos). Muy simple añadirá algo nuevo a su conocimiento.
Dicho lo anterior, toca turno para resaltar lo positivo: Lázaro Álvarez y su mano zurda prodigiosa, Julio César la Cruz y su inagotable velocidad y Dainier Peró y sus nervios de acero en su primer examen internacional de relieve.
Álvarez, tricampeón mundial (Bakú-2011, Almaty-2013 y Doha-2015) y dos veces bronce olímpico, dio un recital ante el mejor boxeador dominicano de la actualidad. Leonel de los Santos no tuvo esquiva para la izquierda del pinareño, que mostró una efectividad inmensa en su golpeo y entendió que para ganar hay que soltar los brazos.
“El Príncipe” (60) se encontró con el nivel que tuvo por el 2013 o 2014, cuando era considerado el mejor libra por libra de Cuba, con una técnica perfecta y capaz de conectar sin llegar a abrumar o hacer uso excesivo de los desplazamientos laterales. ¿Votación 3-2? Error de los jueces. Lo visto sobre el ring dejó una decisión unánime para el también ahora triple monarca panamericano (2011-2015-2019).
La Cruz, actual rey universal y olímpico de los 81 kilogramos, ganó su tercera corona consecutiva. A sus 30 años, parece que el tiempo no ha pasado y mantiene la misma velocidad de manos y pies y la inteligencia suficiente para desesperar a cada uno de sus contrarios. A muchos no les gusta su estilo, pero el camagüeyano gana, casi siempre gana, y nunca se ve preocupado a la hora del veredicto. Nos puede gustar o no, pero en ocasiones parece ser invencible, al menos a este nivel, al menos con este boxeo. Así, el juvenil brasileño Keno Machado pagó los platos rotos.
Otra de las coronas de Cuba fue para el joven Dainier Peró (+91), hermano de Leinier Peró, doble rey en este tipo de lides. En el caso del primero lleva tiempo enseñando sus manías de grande, al punto de quitarle el puesto en la división a José Ángel Larduet y a Yoandri Toirac, y todo en apenas unos meses.
Peró es un nuevo supercompleto con agilidad de welter, que basa su boxeo en la velocidad, pero que no carece de fuerza en su golpeo.
Entre sus características está la exactitud en sus lanzamientos y el poder mantenerse ecuánime ante oponentes que lo superan en experiencia. Ahora en Lima, el colombiano Cristian Salcedo nunca lo encontró sobre el cuadrilátero, en lo que resultó una fácil victoria del antillano.
Roniel Iglesias (69), en tanto, fue el otro ganador, ya casi en la recta final de su trayectoria deportiva. Un Roniel que se mantuvo esta noche demasiado cauto en los dos primeros capítulos, poniendo en riesgo su presentación y que debió meterse en la corta distancia y trabajar en los planos inferiores casi al cierre de la pugna para llevarse un triunfo en extremo cerrado ante el dominicano Rohan Polanco.
El pinareño pudo sacar el extra de los campeones con una preparación física que hacía mucho tiempo no se le veía. No obstante, si alguien vio ganar al dominicano, también le daría la razón. La paridad fue manifiesta y Polanco pudo haber sido el vencedor.
El otro cubano en escena fue Veitía, mucho mejor púgil que su rival dominicano Rodrigo Marte, pero incapaz de hacerse justicia, de ir con ganas a buscar lo que tanto se le ha hecho esquivo. Un dato: tercera final consecutiva que pierde en Juegos Panamericanos y ahora era más favorito que nunca. ¿Que estuvo fuera de la preselección casi un año? Es cierto, pero también lo es que estuvo dentro cerca 365 días luego de su retorno y que esta dorada él se la debía, por lo que termino su párrafo como comencé: un peso pequeño gana o pierde tirando golpes.
Así, el boxeo cubano va empujando a la delegación, a la espera de la cartelera de mañana. Este viernes, otros cuatro de los nuestros buscarán títulos con la mente puesta en superar lo alcanzado en Toronto-2015. En aquella ocasión, se dominó el deporte con un total de seis preseas de oro y cuatro de plata, por delante de Canadá (3-0-3), Estados Unidos (2-1-2), Venezuela (1-2-3) y México (1-1-3).
CARTELERA FINAL:
VIERNES 2 AGOSTO
56: Osvel Caballero (CUB) vs. Duke Ragan (USA)
64: Andy Cruz (CUB)
vs. Keyshawn Davis (USA)
75: Arlen López (CUB) vs. Hebert Carvalho (BRA)
91: Erislandy Savón (CUB) vs. Julio Castillo (ECU)
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