Tres emisarios del FC Barcelona han aterrizado hoy en París para entablar conversaciones formales con el PSG en torno al futuro de Neymar.
La comitiva la integran Javier Bordas, miembro del área deportiva del club; Eric Abidal, secretario técnico; y André Cury, quien ya intervino en 2013 en la maniobra que trajo al crack brasileño hasta el Camp Nou.
Neymar ha dejado claro que no quiere seguir en la capital francesa, y el club azulgrana sabe que su deseo es regresar a Cataluña. El problema es que en el Parque de los Príncipes han puesto una zancadilla detrás de otra para frenar la operación.
Son equipos enemistados, ya se sabe. Por el Caso Verratti, por la humillante remontada en Champions –de la que el propio Neymar fue protagonista-, y después por el Caso Rabiot. Así, fuentes como el diario Marca apuntan a que desde Qatar ha llegado la orden de exigir una cifra cercana a los 250 millones de euros como punto de partida para la negociación.
Después de adquirir a De Jong, Neto y, sobre todo, Griezmann, al Barcelona le resulta imposible poner esa cantidad sobre la mesa. Por esa razón, los esfuerzos se concentran en ofrecer a Coutinho (junto a Rakitic o Todibo) y unos 60-80 kilos en efectivo, o aplicar la variante de la cesión con opción de compra obligatoria para el próximo año.
Sin embargo, los parisinos quieren dinero contante y sonante, y cuando hablan de jugadores apuntan al lateral Nelson Semedo, declarado intransferible por el Barcelona.
Con el Real Madrid en escena (y haciendo propuestas mucho más tentadoras económicamente), la nueva telenovela de Neymar parece aproximarse a sus capítulos definitorios. Esta misma semana, si Dios quiere, sabremos el desenlace de la historia.
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