Ocho meses de matrimonio han sido suficientes para que Miley Cyrus y Liam Hemsworth hayan decidido poner punto y final a su relación después de una década interrumpida por repetidas rupturas.
El pasado fin de semana los medios del corazón se hacían eco de la noticia y pocas horas después salían a la luz unas fotografías de la exchica Disney besándose en Italia con la bloguera Kaitlynn Carter, expareja de Brody Jenner, el hermano de Kylie y Kendall Jenner.
Los dos jóvenes han estado en el foco de atención y mucho se ha especulado sobre los motivos de la ruptura que, según fuentes cercanas a la pareja, se habría producido por los excesos de Liam.
Según el círculo de Miley, ella trató de salvar su matrimonio e incluso propuso a su marido acudir a terapia porque Liam estaba bebiendo demasiado y tomando "ciertas drogas", algo a lo que él se negó. "Ella no quería nada de eso, especialmente desde que lidió con el abuso de sustancias en el pasado", dijo una fuente cercana a TMZ.
El entorno de Liam asegura que esa versión sólo es para enmascarar las infidelidades de Miley.
Desde luego, esta ruptura seguirá acaparando titulares las próximas semanas ya que el porqué de su separación no está claro. Pero de momento parece que la verdad sólo la saben sus protagonistas y no van a hacer declaraciones al respecto.
"Hola a todos. Tan solo una nota rápida para decir que Miley y yo acabamos de separarnos y que le deseo nada más que salud y felicidad de ahora en adelante. Este es un asunto privado y no he hecho ni haré ningún comentario a ningún periodista o medio de comunicación. Cualquier declaración atribuida a mí es falsa. Paz y amor”, ha comunicado Liam en Instagram junto a la fotografía de un atardecer.
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