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Cinco personas, entre ellos tres menores, fallecieron la tarde de este jueves como consecuencia de una fuerte descarga eléctrica ocurrida en una zona costera de la provincia cubana de Mayabeque.
Según un reporte del periódico provincial Mayabeque, el trágico incidente ocurrió alrededor de las 3:30 p.m. en la playa La Puntilla, en el municipio Santa Cruz del Norte, y además de los fallecidos, un menor tuvo que ser atendido de urgencia en el Policlínico Alberto Fernández Valdés de esa localidad.
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Tras ser estabilizado, el menor fue trasladado al Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, de La Habana, según informó la doctora Yamira Delgado Díaz, directora municipal de Salud en Santa Cruz del Norte.
No se conocen los nombres y edades de las víctimas. El periódico indicó en su cuenta de Facebook que se trabaja actualmente en la identificación de las personas para informarlo con posterioridad.
Las provincias habaneras fueron el jueves azotadas por fuertes tormentas y descargas eléctricas durante toda la tarde y parte de la noche.
De acuerdo con datos científicos, Cuba califica como uno de los territorios más afectados por rayos en todo el mundo como resultado de la intensa actividad eléctrica que caracteriza las tormentas en el país.
Un promedio de 65 cubanos pierden la vida anualmente a causa de descargar eléctricas de la naturaleza, una elevada cifra de muerte en comparación con las víctimas de otros desastres como huracanes e inundaciones.
Las condiciones atmosféricas adversas junto a la irresponsabilidad de las personas han condicionado que las descargas eléctricas sean la principal causa de muerte por fenómenos meteorológicos en Cuba.
Cifras oficiales indican que entre 1979 y 2013 fallecieron mil 682 personas en la isla tras ser alcanzados por descargas eléctricas en forma directa, lateral o de paso. Según el mapa de fulguraciones de 2016, elaborado por el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), la mayor cantidad de descargas de este tipo se concentra en el norte de la provincia de Pinar del Río, el interior de La Habana, Artemisa y Mayabeque, y en el oeste de Matanzas,
Los estallidos coinciden en general con la temporada ciclónica, entre el 1ro de junio y el 30 de noviembre, pero tienen lugar de manera más acentuada durante el período lluvioso extendido de mayo a octubre.
Los expertos recomiendan que al producirse este tipo de fenómeno atrmosférico, las personas deben alejarse de espacios abiertos, actividades laborables y deportivas, así como de playas, piscinas, duchas, ríos y lagos, ríos.
En caso de encontrarse en un área abierta, deben unirse los pies y mantenerse lo más bajo posible. Si la persona busca resguardo en el interior de estructuras cerradas o de un automóvil, no debe tocar sus partes metálicas y cerrar las ventanillas.
Tampoco es recomendable estar cerca de cañerías, pilas de agua o tomacorrientes eléctricos, ni hablar por teléfonos fijos.
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