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La afirmación de que “el principal interesado en ampliar la internet en Cuba” es el gobierno de la isla, que hiciera en una reciente entrevista el ministro de las Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo, ha destapado una vez más las críticas de la población.
Al respecto, refiere la agente de Telecomunicaciones Adriana, de 36 años, que “desde que se abrió el acceso a la telefonía móvil y después a internet nos han estado cobrando un solo servicio picado en varios pedazos para encarecerlo y hacerlo menos accesible. Lo primero que deberían hacer es bajar los precios de las horas en la wifi y los datos móviles, que todavía están muy caros para un sueldo cubano.
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“Da gracia que la informatización de la que hablamos en Cuba sea la de acceder a internet y la de hacer una transferencia bancaria. Tenemos varias décadas de retraso con respecto al resto del mundo porque nos queremos desarrollar tecnológicamente con la menor ayuda extranjera posible”, resalta la cuentapropista.
En el puesto de la calle Infanta donde repara celulares, Julio explica que “hoy acceden más usuarios a internet de los que soporta la red, lo que provoca lentitud y dificulta el acceso, en algunas zonas más que en otras incluso dependiendo del horario. Aumentar la capacidad es lo que hará que bajen los precios y que haya más personas haciendo uso del servicio.
“Aquí mantienen los elevados precios para regular la demanda, pero hay mecanismos que sirven para manejar el tráfico en la red sin tener que encarecer servicios. Sin embargo, creo que la demora en el avance está en que el gobierno está preparando el terreno, en que no quiere darnos cualquier internet, sino uno que controle bien, uno donde las páginas de ‘subversión política e ideológica’ estén bloqueadas.
“La transformación digital camina tan lentamente porque los que mandan quieren recuperar la inversión en dos días y no tienen en cuenta cuánto resolvería la navegación nacional gratuita. Lo que se paga a precios millonarios es la navegación internacional. El mundo entero gira alrededor de la informatización y la educación en línea, mientras nosotros nos dedicamos a limitar con precios”, dice el informático de 32 años.
Datos oficiales indican que el servicio de la estatal y única Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), único proveedor del acceso a la red de redes en la isla, asegura el acceso a internet de más de seis millones de personas, las que casi en su totalidad tienen su perfil en una red social.
De acuerdo con la económica Yamilé, “todo es muy bonito en la prensa, pero hay una pila de centros de trabajo en los que no hay acceso a internet porque los directivos no quieren. ¿De qué desarrollo entonces se está hablando si les cae mal hasta que uno tenga un perfil en Facebook? Uno pierde las ganas hasta de revisar el correo que es lo más sencillo que podemos hacer.
“Los primeros que tienen que interiorizar el cambio son las autoridades. Internet sigue siendo visto como una caja de Pandora. Buscan que tengamos acceso a una red sumamente regulada. Además, viven y mueren advirtiéndonos de todo lo que no podemos hacer con la conexión y amenazándonos con lo que harán si nos cogen haciendo esto o lo otro en la computadora.
“Algo de lo que se habla poco es del marketing digital, de la posibilidad que tiene internet como herramienta para que, tanto los trabajadores estatales como los no estatales, podamos exportar bienes y servicios al mercado internacional e incluso al nacional”, acota la matancera 41 años.
Del mismo modo, asegura el ingeniero Carlos Alberto, que pertenece al sector del transporte, que “hay demasiadas empresas con tecnologías sumamente obsoletas y ni siquiera a esas tenemos acceso. Se trata de cambiar la mentalidad porque prohibiendo solo empeoran el problema.
“Si tanto quieren ayudar que aumenten el ancho de banda, que otorguen más cuentas nauta hogar y que posibiliten que haya cada vez más personas conectadas en sus casas y no en sus centros de trabajo y estudio, que es donde lo hace hoy más del 60% de los usuarios cubanos.
“Los servicios son extremadamente caros porque se cobran en CUC y por eso también una parte grande de la población los desconoce. Incluso, muchos usuarios no saben qué hacer con internet. Por ejemplo, el pago de 1 CUC (equivalente al dólar) por hora de conexión está entre los montos más caros del planeta, si se tiene en cuenta que el salario medio mensual cubano es de unos 42 dólares”, apunta.
Según la arquitecta Lourdes, de 39 años, “para permitir el mayor acceso de los cubanos a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones deberían disminuir los precios de las líneas móviles y los otros servicios. Es increíble que para comprar una línea debamos pagar 40 CUC, o sea, el salario completo del mes.
“El paquete más barato de internet móvil es de 7 CUC y no hay paquetes de internet solo para contenidos nacionales que sean más baratos y al mes te quitan los megas que te queden disponibles, aunque hayas pagado por ellos. Especialmente para los ancianos comprar un paquete es algo imposible y ellos también necesitan acceder al menos a la prensa y utilizar herramientas que les facilitarían la vida.
“Es representativo el número de cubanos que ha podido tener el nauta hogar y que a la vez cuenta con el dinero para seguir comprando tiempo de internet luego de consumir las 30 horas mensuales que le dan por 15 CUC. Hay muchos lugares en los que ni siquiera se comercializa ese servicio y no sabemos por qué o cuál es el criterio de selección. La asignación actual no es justa”, afirma.
En palabras de un forista de Cubadebate, “deberíamos prestar mayor atención a los contenidos que hoy se publican en las redes sociales como páginas, personas o grupos con nombre de empresas e instituciones cubanas, ejemplo: página del Ministerio X, OSDE Y o Empresa Z en Facebook.
“Se abusa demasiado de los contenidos políticos e ideológicos y no se aprovechan estos espacios para publicar contenido valioso para los clientes de esos sitios, es decir, aquellas personas que les interesaría conocer más sobre los servicios y productos de esas instituciones, tanto para nacionales como extranjeros.
“De hecho a los empresarios extranjeros no les interesa tanto la política como saber sobre oportunidades de negocios y otras posibles colaboraciones que pudiera realizar con esas instituciones. Creo que para promocionar la política y la ideología existen otros espacios”, agrega.
A tenor con el profesor universitario Enrique, de 31 años, “internet es mucho más que Facebook, Messenger o WhatsApp. Internet es un medio infinito de conocimiento e información, pero sigue siendo muy lento y limitado para la mayor parte de la población. Con el cuento de la soberanía tecnológica y la ciberseguridad nos mantienen completamente restringidos.
“¿Por qué si los intereses tecnológicos de Estados Unidos con Cuba son ‘malos’, no buscamos inversión de empresas chinas o rusas para que podamos acceder libremente a la telefonía celular y a las redes de datos?”, se pregunta.
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