El llamado emitido hace un mes, en el Festival Internacional de Gibara, por seis famosas actrices cubanas, para que el cine cubano volviera a emplearlas, parece que fue escuchado. Entre aquellas actrices demandantes estaban Coralia Veloz y Tahimí Alvariño, que acaban de unirse nuevamente, luego de muchos años sin actuar juntas, en el cortometraje Las polacas, cuya filmación concluyó recientemente.
Madre e hija en la vida real, Coralia Veloz y Tahimí Alvariño tienen ese mismo vínculo en el guión del corto, dirigido y escrito por el realizador guantanamero Carlos Barba, quien recientemente incursionó en la ficción con el cortometraje 25 horas, protagonizado por Isabel Santos.
Antes de 25 horas y de Las Polacas, Barba realizó memorables documentales, muy vinculados a la historia reciente del cine cubano y sus grandes personalidades, como Ecos de un final (2002), Memorias de Lucía (2003), Mujer que espera (2005) y Canción para Rachel (2007) entre otros. Vive en México desde hace varios años y trabaja como director de cámaras del canal Telesur-Campeche, en México.
Las Polacas relata el viaje de ambas, madre e hija, en uno de aquellos pequeños autos procedentes de Polonia y que todavía abundan en las calles de Cuba como un recuerdo del llamado socialismo real en Europa Oriental.
Según informan varias publicaciones respecto a la sinopsis del corto, las dos protagonistas pasan revista a sus vidas, a su pasado y a los lazos afectivos que mantuvieron con el hombre que fue esposo de una y padre de la otra.
Road movie producida por Marea Films, Las Polacas fue filmada con el apoyo del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, y con la dirección de fotografía a cargo del experimentado Rafael Solís, el sonido corrió por cuenta de Javier Figueroa, y de la dirección de producción se encargó Abel Álvarez, reconocido presentador de la televisión y la radio cubana que ahora vive en México y que también regreso a Cuba a realizar Las Polacas.
El género de la road movie posee notable tradición en el cine cubano si se recuerda a predecesoras como Guantanamera (1996) de Tomás Gutiérrez Alea, Miel para Oshún (2001) de Humberto Solás, y Viva Cuba (2006) de Juan Carlos Cremata, entre otras.
Coralia Veloz es hija de los populares actores y cantantes Ramón Veloz y Coralia Fernández, y ha sostenido una carrera de varias décadas en cine y televisión con algunos de los más importantes directores cubanos. Fueron memorables sus papeles en Hasta cierto punto (1983, Tomás Gutiérrez Alea); Reina y Rey (1993, Julio García Espinosa); La vida es silbar (1998) y Últimos días en La Habana (2016) ambas de Fernando Pérez.
Tahimí Alvariño Veloz concretó también una destacada carrera en cine y televisión, y a este último medio le debe su mayor popularidad, ganada en series y telenovelas, en papeles de eterna damita joven. Entre esas obras se encuentran las recordadas Hoy es siempre todavía, Sin perder la ternura y Alguien me habló de los naufragios.
En el cine, Tahimí actuó junto a su madre Coralia a finales de los años ochenta en la comedia Vals de La Habana Vieja, de Luis Felipe Bernaza; y luego intervino, ya como protagonista, en Lista de espera, de Juan Carlos Tabío, junto con Jorge Perrugorría y Vladimir Cruz. Estuvo varios años residiendo en Colombia, donde participó en populares telenovelas como Sin senos sí hay paraíso y La luz de mis ojos.
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