La cantante estadounidense Jennifer Lopez ha sido demandada ante los tribunales egipcios por el vestuario que llevó hace una semana en su concierto en El Alamein, una ciudad de la costa mediterránea.
La denuncia la interpuso Samir Sabri, un abogado que se ha hecho famoso por demandar a cualquiera que en su opinión exceda los límites de la moral, y que por esta causa ha llevado ante la justicia local a artistas e intelectuales de su país, informó el diario español El Mundo.
Según el letrado, la artista fue culpable de “vulnerar las normas y tradiciones egipcias” por aparecer en el escenario “desnuda y con vestidos transparentes” en un día en que el país celebraba el Eid al Adha, fiesta musulmana del sacrificio.
Durante el espectáculo, Lopez lució un leotardo de falsos diamantes que le cubría un brazo y una pierna.
“No resulta apropiado que la gente se halle rezando en el monte Arafat mientras otros están en un concierto”, argumentó Sabri, quien ha exigido que le sea prohibida a JLo la entrada al país para futuras actuaciones.
La estrella actuó para unas 2.000 personas, entre las que figuraban altos funcionarios del régimen. El concierto, incluido en su gira It's my Party con motivo de sus 50 años, tuvo el mismo guion de sus anteriores actuaciones en las capitales de Israel y Rusia o en la ciudad de Antalya, en Turquía.
La prensa ha recordado otros casos impulsados por Sabri. Uno de los más sonados ocurrió a principios de este año, cuando el periodista Mohamed al Gheiti fue sentenciado a un año de prisión por entrevistar en directo a un homosexual.
“Estoy en contra de la decadencia, la desnudez, el alcohol, las drogas o la prostitución. Creo que no podemos permitir que esos ejemplos entren en nuestros hogares”, dijo en una entrevista reciente con El Mundo.
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