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La madre cubana Yaima Pieri Orta, residente en Baitiquirí en el municipio de San Antonio del Sur (Guantánamo), se encuentra en una situación desesperada y sin ningún tipo de ayuda económica por parte del gobierno, algo que le impide ocuparse de sus cuatro hijos.
“Es más el tiempo que estoy sin trabajar que el que puedo hacerlo”, denunció esta graduada de abogacía en una carta enviada al medio oficialista Juventud Rebelde.
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Según explicó, dos de sus pequeños padecen enfermedades crónicas. Su niña, de tres años, enfrenta una pleurotomía en cada uno de sus pulmones, lo que le provoca convulsiones con cierta regularidad. Mientras que su hijo, de siete, sufre una hipoplasia renal y una malformación en el riñón izquierdo.
El delicado cuadro de salud de los menores de edad no le permite laborar a tiempo completo, sobre todo porque su trabajo queda a siete kilómetros de su hogar.
Orta decidió acercarse a la dirección de Trabajo y Seguridad Social de su municipio para solicitar una “jubilación temporal”. Sin embargo los funcionarios le indicaron que esto no sería posible y descartaron la petición, sin orientarla -al menos- con alguna otra información.
El pasado martes Yuliet Pupo Calzadilla publicó un video en Facebook en el que narraba la difícil situación que enfrenta con su hijo de 16 años, un paciente en etapa IV de Linfoma no Hodgkin tipo B. El menor necesita de manera urgente un tratamiento que no existe en Cuba.
A raíz de la enfermedad del adolescente ha tenido que dejar el trabajo y actualmente no cuenta "con los recursos necesarios ni una buena economía para sustentar a sus hijos.
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