El presidente Miguel Díaz-Canel anunció este miércoles que la grave situación energética de Cuba implicará medidas de emergencia para mitigar sus posibles efectos sobre la población, y admitió que las afectaciones se harán sentir con mayor crudeza durante las próximas semanas.
Díaz-Canel compareció la noche de este miércoles en una edición especial de la Mesa Redonda de la Televisión cubana para analizar la crisis energética del país y anunciar las medidas que tomarán en lo que calificó de "situación coyuntural".
Pero negó que el país estuviese abocado a una situación de "Período Especial", la aguda crisis económica que azotó a la isla tras el desplome del campo socialista y la pérdida de los subsidios soviéticos a comienzos de los años 90.
En su intervención, rodeado de los ministros de su gabinete, no titubeó en culpar al “imperialismo yanqui” por las carencias que enfrenta el país, aunque insistió en que la situación es puramente energética y no de abastecimiento: “Tenemos barcos de cereales, granos, y otros víveres indispensables para la población, que nadie quiera presentar un escenario de desabastecimiento porque no es real”.
Sin embargo, su anunciada comparecencia hoy en la Mesa Redonda, junto al vicepresidente Salvador Valdés Mesa y varios ministros de diferentes áreas, tenía por eje anunciar el faltante de combustible que enfrentará el país a partir de la segunda quincena de septiembre.
“Tenemos ciertas carencias en algunos combustibles, y lo pude comprobar hoy cuando iba de casa a Palacio, vi nuestras paradas un poco más congestionadas de lo usual”, dijo.
Tratando de disipar las alarmas ante la inminente crisis energética, Díaz-Canel advirtió que "lo que hay que aguantar son unos días", pues hasta el 14 de septiembre "no va a entrar combustible" al país, pero aseguró que los suministros están garantizados a partir de octubre.
Según el mandatario, el principal problema de hoy es que no se pudo negociar a tiempo el arribo de nuevos cargamentos de petróleo para satisfacer la demanda nacional, y salvar el “empate”, es decir: abastecer los depósitos de combustible en el momento en que se acabe la reserva actual.
“Ahora mismo llevamos varios días en que no nos está entrando petróleo, y eso hay que decirlo porque se va a hacer sentir”, dijo Díaz-Canel.
El gobernante apuntó que el próximo buque petrolero se espera que arribe el próximo día 14 de septiembre, aunque bromeó: “No diremos de dónde viene, para que nuestros enemigos no lo intercepten”.
Aseguró que al menos hasta el próximo domingo no hay proghramados apagones, y que se hará todo lo posible para evitarlos, aunque mencionó que en caso de producirse se pondrá en práctica un plan de informaciómn oportuna a la población.
En consecuencia, el mandatario dijo que el pueblo cubano deberá desarrollar conciencia de ahorro y austeridad mientras dure esta situación. Además, pidió que se multiplique la solidaridad: “Si no hay transporte público es necesario que los carros estatales recojan personas en las paradas, que no se vayan vacíos”, y mencionó que la “tracción animal” puede ser una buena opción para paliar la crisis.
Entre los sectores más afectados, según el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, estarán el transporte público, la generación eléctrica y la distribución de alimentos, lo cual podría resumirse como falta de transporte y de comida, e intensificación de apagones.
Entre las causas de esas “ciertas carencias” mencionadas muy superficialmente, figuran, según Díaz-Canel, “los planes del imperialismo” para provocar un estallido social, la implementación de la ley Helms-Burton, la limitación al envío de remesas desde el exterior, y las amenazas a otras naciones para que dejen de comerciar con Cuba.
“Esto no responde a la falta de gestión o a incapacidad del gobierno cubano,” dijo Díaz-Canel. “El pueblo cubano es muy alegre, pero si algún sufrimiento tuviera es culpa del bloqueo”.
En un intento por calmar los ánimos, el dirigente cubano resaltó que Cuba produce en la actualidad casi el 40% del petróleo, y el 48% del que necesita el sistema eléctrico nacional, razón, según él, para que no haya “alarmismos ni lamentos innecesarios”.
Para probarlo, recordó que “la gente tuvieron (sic) un buen verano” en referencia a que se limitó en lo posible la existencia de apagones de larga duración.
Preguntado por el moderador Randy Alonso Falcón sobre si debían esperar los cubanos otro “Período Especial”, Díaz-Canel no pudo ser más dubitativo en su negativa: “Por la forma en que nos estamos preparando no creo que deba producirse otro escenario como ese en el país”.
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