Inspirado en un gran parque de atracciones creado en Brooklyn en la primera mitad del siglo XIX, se inauguró en La Habana en 1918 el Coney Island. En la actualidad los cubanos le conocen como la Isla del Coco.
Coney Island de Brooklyn
Esta isla se encuentra en el extremo sur de Brooklyn, Nueva York. Está conectada a tierra firme desde inicios del siglo XIX y posee playas en el océano Atlántico. Es un lugar encantador que durante décadas ha mantenido un importante flujo turístico.
A principios del siglo XX se hizo famoso por sus montañas rusas, atracciones circenses y su gastronomía de ferias, en la que todas las marcas famosas estaban representadas pues había muchas ofertas de diversión y una clase media dispuesta a consumir. Se mantiene así hasta hoy.
La Habana quería su Coney Island
La población habanera había crecido sustancialmente a inicios del siglo XX y sus demandas de divertimento también. Un parque de atracciones era más que un buen negocio, por eso fue adjudicado el proyecto a la “Compañía Urbanizadora de la Playa de Marianao”.
Además de la zona de atracciones los urbanistas debían proyectar una zona residencial y otra de playas. El 5 de diciembre de 1918 fue inaugurado con el nombre de Coney Island Park. Cuatro años más tarde, se abrió al público el elegante Balneario de la Concha.
Estos sitios y el Habana Yacht Club, fueron en su momento los locales de mayor esplendor y diversión de Marianao, La Habana y Cuba. El Coney Island habanero llegó a ser considerado una de las atracciones más famosas de América Latina.
Las atracciones y la gastronomía en la zona
El Coney Island estaba muy bien comunicado y abarcaba una extensa área desde la Quinta Avenida hasta la Playa La Concha.
A su alrededor se podían encontrar diversos restaurantes y puestos de venta de todo tipo. Los más recordados son el Rumba Palace, La Cocinita, y el restaurante Himalaya, que vendían todo tipo de comidas.
Eran famosas algunas atracciones del parque entre las que se destacaban su gran Montaña Rusa, la Casa de los Cristales y la Estrella. Era un lugar memorable en el que surgían amores, fantasías y hasta desengaños.
Por dónde le entra el agua al Coco
La Revolución y su afán de nacionalizaciones sumergió al Coney Island en la marea inmovilista. En la década de 1980 fue remodelado modestamente y se instalaron equipos japoneses y juegos de mesa, pero ni así pudo soportar el paso del tiempo.
Las atracciones dejaron de serlo y se fueron oxidando en el olvido de la gente. El Parque Lenin comenzó a llenar el espacio de diversión y ocio habanero. Mientras el Coney Island iba desapareciendo hasta ser un sitio molesto a un lado de la Quita Avenida.
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En el año 2005 se produce el encantamiento final sobre el Coney Island para que dejara de ser un símbolo del divertimento capitalista. Un nuevo proyecto resurge sobre las ruinas: La Isla del Coco.
Inversión y magia China
En el año 2004 el gobierno cubano suscribió un convenio con China para insuflar nueva vida al parque de atracciones y de este modo reactivar la Quinta Avenida como arteria de ocio en la capital cubana.
El Coney Island fue rebautizado como La Isla del Coco, inspirado en el fantástico mundo del Capitán Plin, un personaje creado por el escritor, historietista y diseñador gráfico, Jorge Oliver.
Los muñecos del parque, así como los 20 aparatos instalados, fueron construidos en China y ensamblados en Cuba.
Tras largos años de trabajos conjuntos, reuniones bilaterales entre empresas y funcionarios, el parque se reinauguró en el 2008. Desde entonces lo han cerrado para reparaciones en varios períodos.
En el verano de 2019 se anunció su reapertura con las condiciones óptimas de iluminación para que ofreciera servicio hasta las 10pm. Este parque se encuentra cercano a la Carpa de Circo Trompo Loco y el Acuario Nacional de Cuba.
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