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El gobierno de Estados Unidos echó atrás su decisión de anular las solicitudes de visado especial de inmigrantes que reciben tratamiento médico en el país, una medida que los hubiera abocado a una posible deportación, informó la agencia AP.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) confirmó este jueves que volverá a evaluar las solicitudes de “acción diferida”, a discreción y caso por caso, como se ha hecho en años anteriores.
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Sin dar más detalles, la institución solo dijo que la orden fue tomada por Kevin Kealoha McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional, quien supervisa el USCIS.
El pasado 7 de agosto la administración de Donald Trump decidió cancelar su antigua política y dejar sin efecto el permiso de residencia para aquellos inmigrantes sometidos a terapias inminentes de salud.
La disposición generó críticas no solo de abogados migratorios, sino por parte de la comunidad médica, fundamentalmente en Boston, Massachusetts, donde muchas familias afectadas reciben atención sanitaria.
La norma fue descrita como un “cambio cruel” en la actual política migratoria de Trump, que solo buscaba obligar a los inmigrantes a regresar a sus lugares de orígenes, donde no tienen garantías para continuar con sus tratamientos médicos.
Luego de una demanda de defensores de los derechos civiles y de una investigación del Congreso, se restableció el proceso que ha existido durante muchos años.
No obstante, los representantes demócratas han anunciado que continuarán indagando las causas reales del cambio de decisión, y que supervisarán que el cambio se mantenga.
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