Estrenada mundialmente en el Festival de Toronto, y luego en competencia en San Sebastián, Mientras dure la guerra llega ahora a los cines españoles, y relata un acontecimiento histórico: el enfrentamiento entre el intelectual Miguel de Unamuno y el general Millán Astray en la Universidad de Salamanca.
Amenábar y Hernández buscan humanizar un personaje moralmente dudoso, cascarrabias, contradictorio y a menudo equivocado como fue Unamuno. De ahí que lo sitúe al centro del filme con sus chocantes contradicciones, pues Unamuno encarna la esencia de lo español, el intelectual irreverente enfrentado a las violencias de la historia.
En conjunto, la película gustará a quienes pongan el drama íntimo por encima de los vaivenes de la Historia, y le agradará a todos los espectadores capaces de disfrutar el enfrentamiento entre Unamuno y Millán-Astray, un enfrentamiento que representa la lucha por la libertad y la democracia contra la opresión y la dictadura.
La acción transcurre en el verano de 1936, en España. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la rebelión militar que promete traer orden a la convulsa situación del país. Inmediatamente es destituido por el gobierno republicano como rector de la Universidad de Salamanca.
Mientras tanto, el general Franco consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una campaña para hacerse con el mando único de la guerra. La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios. Cuando Franco traslada su cuartel a Salamanca y es nombrado Jefe del Estado de la zona nacional, Unamuno acudirá a su Palacio, decidido a hacerle una petición de clemencia.
La película está protagonizada por Karra Elejalde y Eduard Fernández, y la producción cuenta con la financiación del ICAA (Ministerio de Cultura), del INCAA (Argentina) y con la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca y de la Universidad de Salamanca en su VIII centenario.
El cubano Alejandro Hernández ganó un premio Goya en la categoría de Mejor guion adaptado por su trabajo en Todas las mujeres (2013, Mariano Barroso). Al recibir el galardón, el guionista cubano radicado en España dedicó su triunfo, muy emocionado, al maestro del cine cubano Daniel Díaz Torres que le dijo: “vete de Cuba, aprende del mundo y luego escribe”.
Hernández también escribió Los Buenos Demonios (2017, Gerardo Chijona), 1898: Los Últimos de Filipinas (2016) y Caníbal (2013, Manuel Martín Cuenca) que fue seleccionada para Toronto, San Sebastián y alcanzó ocho nominaciones a los premios Goya.
Antes de su triunfo con Caníbal, Alejandro Hernández había participado también en el guion del popular filme Habana Blues (2015, Benito Zambrano) y del documental El juego de Cuba (2001, Manuel Martín Cuenca) considerado el mejor del Festival de Málaga y en los Grierson Awards del Reino Unido.
Ha sido profesor de guion en la Universidad Carlos III en Madrid, y en las escuelas de cine de Madrid y Praga. Es miembro de la Academia de Cine de España y de la Academia de Cine Europea. Uno de sus más recientes trabajos fue precisamente este para Alejandro Amenábar en el filme Mientras dure la guerra, que ya provoca las más diversas opiniones.
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