Continuar defendiendo la libertad de prensa en los países donde es vulnerable el ejercicio del periodismo, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, fue el llamado con que inició la 75ta. edición de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la mañana de hoy.
Según Diario Las Américas, el encuentro sesionó en un salón del hotel Biltmore, en la ciudad de Coral Gables, al sur de Florida. Ahí estuvo presente el alcalde de esa localidad, Raúl Vadés Fauli, quien dio la bienvenida a representantes de medios estadounidenses y de todo el continente que asisten al foro.
También reconoció la importancia de que las sociedades cuenten con el ejercicio de una prensa libre y vigorosa.
Por su parte, la directora del periódico colombiano El País de Cali y presidenta de la SIP, María Elvira Domínguez, agregó que “la lucha por la libertad sigue siendo una búsqueda cotidiana y permanente”, y en ese sentido era significativa una organización como la que ella representa.
Domínguez, tras reconocer que 18 profesionales de la prensa son asesinados cada año a lo largo y ancho del continente, admitió que los periodistas no encuentran las circunstancias idóneas para desempeñar sus funciones en toda la región. Igualmente se refirió a los retos que en estos momentos asume el periodismo con los cambios de modelos negocios que impone la industria.
Los medios independientes cubanos han reportado varias acciones represivas en contra de su ejercicio. Uno de los casos más recientes es el del reportero de Cubanet, Roberto de Jesús Quiñones, condenado a un año de prisión por supuesta resistencia o desobediencia ante las autoridades.
Quiñones fue arrestado y golpeado por agentes de la policía política cuando se disponía a cubrir el juicio celebrado contra el matrimonio de pastores Rigal-Expósito, llevados a juicio por pretender educar a sus hijos en casa. El periodista, además, ha hablado de las malas condiciones en que lo mantienen retenido.
La Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) refirió en agosto pasado diferentes tipos de agresiones que sufrieron 13 periodistas independientes cubanos. Entre ellas, arrestos, amenazas, acoso telefónico, propuestas de colaboración con los órganos represivos y visitas intimidatorias a sus domicilios.
Otra manera de represión que ha adoptado el régimen ha sido negar salidas de Cuba por eventos, talleres o cursos de superación. Estos comunicadores aparecen como “regulados” por las autoridades migratorias. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo recientemente que desconocía ese tipo de sanciones.
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