Se filtra plan de la Seguridad del Estado para encarcelar al activista Eliécer Ávila si regresa a Cuba

El "Aviso de Entrada" contra cubanos que residen fuera de la isla pone en marcha un mecanismo de detención, enjuiciamiento y encarcelamiento casi express. El opositor Eliécer Ávila tiene el suyo listo, esperando su regreso luego de dos años en Estados Unidos.

Eliécer Ávila en Cuba © Facebook de Eliécer Ávila
Eliécer Ávila en Cuba Foto © Facebook de Eliécer Ávila

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Este artículo es de hace 5 años

La trama podría servir para un guión de intrigas policiales si no fuera un fresco perfecto del terror subterráneo cubano, y comienza con una joven que escucha un comentario al azar de su padre, en casa.

“Se trata de la hija de un oficial de la Seguridad del Estado en Las Tunas”, dice a CiberCuba Eliécer Ávila Cicilia, ingeniero y activista fundador del grupo opositor Somos+. “Esa muchacha escuchó a su padre decir que yo no podía imaginar la sorpresa que me esperaba en Cuba la próxima vez que yo fuera”.


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El comentario viajó de boca en boca hasta llegar a El Yarey, un poblado rural donde vive todavía hoy vive la familia de Eliécer Ávila en el oriente del país.

“Esa fue la primera vez que supe que algo tramaban”, confiesa el activista.

Según el comentario incidental, las autoridades cubanas no iban a impedir que Eliécer entrara a Cuba. Al contrario, lo recibirían con los brazos abiertos. El problema iba a ser para salir. Su caso estaba listo, solo esperando por él.

“Dos semanas más tarde, el miembro de Somos+ y residente en Estados Unidos, Guillermo Estrada, viajó de emergencia al occidente para asistir al juicio de su hermano, acusado de homicidio no intencional. Ahí vino el segundo aviso”, prosigue Eliécer.

Según el testimonio de Estrada, la Seguridad del Estado lo citó, interrogó y presionó durante horas. Le ofrecieron un pacto: si él cooperaba con ellos enviando desde Estados Unidos información sobre Eliécer Ávila, su hermano podría “salir mucho mejor” en el juicio que enfrentaba. Para eso, Estrada debía acercarse mucho al dirigente de Somos+ y facilitar datos precisos.

“Ahí supe que todo iba en serio. Sobre todo, porque esto ya no era en Las Tunas, desde donde recibí la primera alerta. Guillermo los engañó, aceptó el pacto y logró sacarles un poco más de información: tenían un caso de evasión fiscal preparado en mi contra, apenas yo pisara suelo cubano iban a pasar años para que volviera a reunirme con mi esposa y mi hija en Miami”, relata Eliécer.

Asfixia contra el comprador

Georlys Olazábal Drake compró en 2017 la casa de Eliécer Ávila ubicada en Esperanza 165 entre San Quintín y San Gabriel, apartamento número 5, El Cerro, La Habana. Todas las partes hicieron en ese momento los trámites legales pertinentes, y declararon los montos de la transacción al fisco cubano.

Dos años más tarde, Olazábal Drake comenzó a sentir una inexplicable presión institucional.

“Mano, hoy me ocurrió algo raro, vinieron a verme un inspector de la Vivienda y un funcionario de la ONAT(...) Vinieron a decirme que llevan rato localizándome por el proceso de compraventa de la casa y preguntándome que si yo tenía algún tipo de comunicación contigo. Me dejaron una citación para el viernes en la Vivienda, me dijeron que si no iba me iban a circular”.

Así le dijo Olazábal a Eliécer en un mensaje privado al que CiberCuba ha tenido acceso con el consentimiento de ambos interlocutores.

Poco después, la situación empeoraría.

“Acabo de llegar de la Policía de Zanja”, escribió el comprador de la vivienda a Eliécer poco después. “Tuve que ponerme incómodo porque constantemente me están diciendo que ellos tienen cómo probarnos que declaramos un precio que no fue el que dimos en el banco (…) Esto es personal conmigo o contigo. Me apagaron el teléfono y cuando les dije para mostrarme las fotos que me enviaste, me dijeron que eso no les interesaba para nada”.

Según Eliécer Ávila, la asfixia contra el comprador de su vivienda, que incluso la vendió a su vez un año más tarde, solo tenía una intención:

“Sumarlo para la causa. Ellos necesitaban que Georlys declarara en mi contra, dijera que yo mentí en lo que él me pagó por la casa, para tenerlo como testigo de mi supuesta evasión fiscal”.

Al no existir en Cuba un sistema bancario funcional, y al ser de conocimiento público que la policía política investiga la situación económica de los cubanos con total impunidad, la inmensa mayoría de estas transacciones de compra venta todavía hoy se efectúan con dinero en efectivo. Poco después de firmar ante notarios las condiciones de la transacción, los cubanos declaran las cifras y pagan los impuestos que el Estado requiere.

“Todo eso está por escrito. Las fotos que ellos no dejaron siquiera a Georlys mostrar, son los recibos firmados y toda la documentación en regla. Sencillamente ellos quieren que él diga que las cantidades eran otras, para encarcelarme y punto”, precisó el directivo de Somos+.

Confirmación desde Miami

La intención de Eliécer era viajar a Cuba antes de cumplir los dos años de estadía fuera del país, para no perder los exiguos derechos que el gobierno de la isla todavía respeta a los cubanos que residen en el exterior.

Eliécer junto a su esposa Rachel y su hija, en Estados Unidos

“Yo sentía que estaba teniendo avisos por todas partes. Mi hija está recién nacida en Estados Unidos, sería una irresponsabilidad mayúscula mía regalarme a un aparato represor que haría lo imposible por retenerme en una mazmorra allá. Yo necesitaba averiguar cuán en serio iba todo este invento macabro”, cuenta Eliécer a CiberCuba.

Juan Juan Almeida fue la clave final de la confirmación.

“Misión cumplida”, le dijo el hijo del fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, luego de que Ávila le pidiera contactar con ciertos amigos que éste conserva en la isla. “Me confirmaron que te están esperando en Cuba con un plan de recibimiento que incluye proceso en la fiscalía”.

A Juan Juan Almeida le confirmaron, incluso, el punto exacto en que estaba toda la estrategia:

“Ya tienen el caso y hasta el testimonio de testigos, pero no lo pueden ejecutar porque aún no se ha autorizado ese plan. Lo que sí tienes en las computadoras de inmigración es un “Aviso de Entrada”.

¿Qué significa ese “Aviso de Entrada”?

“La activación de un protocolo que tiene la Seguridad del Estado, y que nace en las computadoras de los aeropuertos”, responde a CiberCuba Luis Lorenzo Ladrón de Guevara, hasta 2017 funcionario del Tribunal Provincial del municipio Playa (en la actualidad reside en alguna ciudad fuera de Florida que prefiere no revelar; recibió el asilo político luego de entregar documentación sensible a las autoridades estadounidenses).

“Cuando la policía política termina de armar un caso, o sea, de reunir evidencia contra un individuo que no vive dentro de Cuba, se le pone un “Aviso de Entrada”. Esto significa que apenas pise suelo cubano, el sistema electrónico avisa a los funcionarios de inmigración en cualquier parte del país que deben retener a esa persona. De ahí en adelante la Seguridad se hace cargo del caso”.

El mecanismo de presión perfecto

Según dijo a CiberCuba este abogado, la evasión fiscal se está convirtiendo en un arma perfecta para amenazar, silenciar o encarcelar a los cubanos incómodos para el aparato castrista.

“Es una bala de la que están echando mano últimamente con bastante frecuencia”, dijo Ladrón de Guevara. “Sobre todo porque siendo el Estado cubano dueño y señor de todas las instituciones, no hay manera de probar que la denuncia de evasión fiscal es una calumnia. Ellos ganan de antemano”.

El caso de Karina Gálvez, miembro del consejo editorial de la revista “Convivencia”, en Pinar del Río, cobró notoriedad cuando la economista fue detenida y su casa registrada por la Seguridad del Estado en enero de 2017, bajo acusaciones de evasión fiscal. “Es un delito fabricado sobre bases políticas, no me cabe ninguna duda”, declaró en el momento Dagoberto Valdés, fundador y director de las revistas “Vitral” y “Convivencia”.

Meses más tarde, la activista era condenada a tres años de cárcel, su vivienda decomisada por el Estado, y su pasaporte retirado por tiempo indefinido.

“No tengo la más mínima duda de que algo así es lo que esperan poder hacer conmigo”, confiesa Eliécer Ávila.

Arma de doble filo: En Estados Unidos habría consecuencias

Para colmo, su caso se complicaría incluso frente a las autoridades estadounidenses: en caso de permanecer más de seis meses fuera de Estados Unidos, su residencia estadounidense podría estar en peligro.

“Siempre que un residente sale de este país por más de seis meses, al regresar debe probarle a las autoridades migratorias que no tenía intención de abandonar su permanencia acá, y en consecuencia que no anulaba su condición de residente”, dijo a CiberCuba el abogado de temas migratorios Wilfredo “Willy” Allen.

“A partir de seis meses y hasta un año fuera de Estados Unidos, la residencia comienza a estar en riesgo. A partir del año, si no contaba con un permiso especial emitido antes de su viaje por inmigración, que justificara su estadía de más de un año fuera, tiene altas probabilidades de perder su residencia”, precisó el abogado.

Para colmo, extenderse en la estancia fuera de Estados Unidos como resultado de una acusación por evasión fiscal no ayudaría en lo más mínimo.

“La evasión fiscal es un crimen en cualquier país del mundo”, dijo Allen a CiberCuba, “como los Estados Unidos no tienen manera de comprobar que una acusación de evasión de impuestos tiene detrás una motivación política, sencillamente es muy complicado ganar un caso así”.

EPÍLOGO (QUE NO LO ES)

“Esta aberración es la causa por la cual todavía mis padres ni mis abuelos conocen a mi hija”, dice Eliécer. “Tuve que aplazar mi viaje a Cuba, perdiendo incluso mis derechos como cubano allá. Yo soy el sustento de mi esposa y de mi hija en Estados Unidos. Sería irresponsable aparecerme a un aeropuerto cubano luego de toda esta barbaridad que ya sé.”

La desprotección de los cubanos frente a un sistema penal controlado de inicio a fin por el aparato gubernamental sigue siendo uno de los grandes problemas de la Cuba actual. El ejercicio de una represión descarnada, donde lo mismo valen las golpizas que la fabricación de causas delictivas como represalia contra la discrepancia política, no solo no ha bajado en intensidad tras la muerte de Fidel Castro y el cambio cosmético de Miguel Díaz-Canel por Raúl Castro, sino que a todas luces goza de una terrible buena salud.

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Ernesto Morales

Periodista de CiberCuba


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