Vídeos relacionados:
La figura de Eduardo Chibás como líder político es bastante conocida por los cubanos. Todavía hay quien recuerda en la Isla aquella emisión radial en que dio su “último aldabonazo”, un momento oscuro y triste en la Historia de Cuba.
Habiendo tanto que contar sobre este tema, la actriz Marissa Chibás, sobrina del líder político, se aventuró a narrar la historia de su familia a través del teatro.
Lo más leído hoy:
¿Quién es Marissa Chibás?
Marissa Chibás es una actriz de origen cubano, nacida en Estados Unidos. Es directora, escritora, guionista, cineasta y artista de performance. Forma parte de la facultad de la Escuela de Teatro de CalArts.
En su carrera artística de más de veinte años ha conseguido importantes premios. Uno de sus trabajos más recientes es el cortometraje Zohra por el que fue nominada al premio a Mejor Actriz y al galardón de Mejor Comedia en el Official Latino Film Festival.
Daughter of a Cuban Revolutionary
Hija de un Revolucionario Cubano es un monólogo que se estrenó en 2007, en el Roy and Edna Disney/CalArts Theater (REDCAT) de Los Ángeles. Se ha presentado además en otras ciudades de Estados Unidos, Europa y México.
La crítica especializada destaca la actuación apasionada y la fuerza magnética de Marissa Chibás en esta obra. Bajo la dirección de Mira Kingsley, la actriz de origen cubano narra experiencias familiares intimas e interpreta a cada uno de los personajes.
Se centra en tres figuras que tuvieron un rol interesante en la Historia de Cuba: su madre, Delia Chibás, candidata a Miss Cuba en 1959; su padre Raúl Chibás, colaborador de Fidel Castro hasta 1960; y su tío Eduardo Chibás líder político del Partido Ortodoxo.
Una mirada desde la intimidad hacia lo público
Marissa comienza contando una experiencia personal que la obligó a hacer una pausa en su vida y valorar cuáles eran sus orígenes para poder contar con su historia, la de otros miles de cubanos que emigraron después de 1960.
Es una interpretación que habla del duro proceso de desarraigo y de la importancia de reencontrarse con los orígenes culturales. Marissa, de modo magistral, juega con la sonrisa que no la carcajada, de su público, mientras cuenta su versión de la Historia de Cuba.
Las primeras figuras familiares que evoca son su padre y su tío, el estrecho vínculo que hubo entre ellos y sus relaciones con Fidel Castro y Camilo Cienfuegos, por ejemplo.
¿Por qué es importante para los cubanos esta obra?
En 1951 Cuba se encontraba abocada a elecciones presidenciales. El Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos) tenía un gran protagonismo, gracias al liderazgo de Eduardo Chibás.
Eddy, como máximo representante de los ortodoxos, acusó de corrupto al Ministro de Educación, Aureliano Sánchez Arango. Al no poder probar sus palabras, Chibás se disparó un balazo durante una transmisión de radio en CMQ, el domingo 5 de agosto de 1951.
Murió 15 días después dejando al Partido Ortodoxo sin su líder más popular. El 10 de marzo de 1952 el general Fulgencio Batista dio un golpe de estado a Carlos Prío y se perpetuó como presidente de Cuba hasta que fue derrocado por Fidel Castro en 1959.
“El último aldabonazo”
Marissa Chibás en su obra intenta devolver a los cubanos el orgullo de ser hijos de revolucionarios. En este caso no de los comunistas, de los que su padre, Raúl Chibás, supo desprenderse en 1960 tras haberlos ayudado a alcanzar el poder; sino de los ortodoxos, aquellos que defendían el lema «Vergüenza contra dinero» y que también fueron protagonistas en la lucha contra Batista.
La frase ''Yo recuerdo. Cuba'', en la voz de Marissa, conduce a los espectadores de esta obra en un viaje inverso a través de la historia reciente de Cuba. Recobran vida las sentidas palabras de Chibás cuando en aquel domingo de agosto dijo ante un micrófono de cara al mundo:
“Por la independencia económica, la libertad política y la justicia social. A barrer a los ladrones del Gobierno. Pueblo de Cuba, levántate y anda. Pueblo cubano, despierta. Este es mi último aldabonazo”.
Archivado en: