Beirut/Ankara, 14 oct (Reuters) - Fuerzas sirias respaldadas por Rusia no perdieron el tiempo y aprovecharon el lunes la abrupta salida estadounidense de Siria para realizar una profunda incursión en territorio bajo control kurdo al sur de la frontera turca, menos de 24 horas después de que Washington anunció una retirada completa.
Los exaliados kurdos de Washington dijeron que invitaron a las tropas gubernamentales como una "medida de emergencia" para ayudar a frenar la ofensiva lanzada por Turquía la semana pasada gracias a la "luz verde" del presidente Donald Trump, calificada por los kurdos como una traición.
El despliegue del Gobierno sirio el lunes es una gran victoria para el presidente Bashar al-Assad y su mayor aliado, Rusia, que implantó su presencia militar en el territorio más grande que seguía aún fuera de su alcance en su país.
Bajo su acuerdo con los kurdos, las fuerzas gubernamentales se disponen a entrar en zonas fronterizas desde la localidad occidental de Manbij a Derik, 400 kilómetros al oeste.
Medios estatales sirios reportaron que las tropas entraron ya en Tel Tamer, situada en la estratégica autopista M4, que corre de este a oeste a unos 30 kilómetros al sur de la frontera turca.
La televisión estatal mostró más tarde imágenes de residentes dando la bienvenida a las fuerzas sirias en la localidad de Ain Issa, situada en otra parte de la autopista, a cientos de kilómetros de distancia. Un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), bajo control kurdo, dijo no podía confirmar esos despliegues.
En Ain Issa confluyen las aproximaciones militares desde el norte hacia Raqqa, excapital del "califato" implantado por Estado Islámico, que fue recapturado por combatientes kurdos hace dos años, en una de las mayores victorias contra los yihadistas en una campaña liderada por Washington.
Gran parte de la M4 atraviesa el borde sur del territorio en el que Ankara pretende establecer una "zona segura" dentro de Siria. Turquía asegura haber capturado parte de la autopista. Un funcionario de las SDF dijo que los combates continúan.
Los rápidos despliegues de Damasco certificaron el súbito desplome de la estrategia seguida por Estados Unidos en Siria en los cinco últimos años. Washington anunció el domingo la salida abrupta de sus 1.000 soldados que combatían junto a los kurdos sirios contra Estado Islámico desde 2014.
Un funcionario estadounidense dijo el lunes que un equipo diplomático está trabajando para ayudar a estabilizar un territorio capturado a Estado Islámico. Las tropas estadounidenses siguen sobre el terreno, pero las fases iniciales de la retirada han comenzado, señaló el funcionario.
El cambio de política de Trump permitió a Turquía lanzar un ataque transfronterizo la semana pasada que provocó la huida de miles de civiles, al tiempo que obligó a los kurdos a buscar nuevos amigos.
"Después de que los estadounidenses abandonaron la región y dieron luz verde al ataque turco, nos vimos obligados a explorar otra opción, que es hablar con Damasco y Moscú para hallar una salida y frustrar esos ataques turcos", dijo el alto funcionario kurdo Ladran Jifa Kurd.
Según dijo, el pacto con las fuerzas de Assad es un "acuerdo militar preliminar" y los aspectos políticos se discutirán más tarde. Otro destacado político kurdo, Alda Xelil, calificó el entendimiento con Damasco como "una medida de emergencia", ya que "la prioridad ahora es proteger la seguridad de la frontera del peligro turco".
(Escrito por Tuvan Gumrukcu, Dominic Evans y Peter Graff; editado en español por Carlos Serrano)
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