Una joven llamada Rosmerys Serrano Milanés murió en Santiago de Cuba días después de dar a la luz a su segunda hija, según informó este jueves Cubanet.
La muerte de esta chica de 17 años se produjo el pasado 11 de octubre en el Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Sayas, donde estuvo nueve días en coma tras el nacimiento de la bebé Melet.
El citado medio detalló que los médicos apuntaron a una Encefalopatía Hipóxica Cerebral como la causa de la muerte, pero desde la familia aseguran que el trágico suceso tuvo lugar por una presunta negligencia médica. En esta lesión existe una falta de oxígeno y un limitado fluido de sangre al cerebro que puede dejar graves secuelas o, como en este caso, causar la muerte.
En este sentido indicaron que el parto se llevó a cabo a través de una cesárea, para lo que le administraron anestesia general. Desde su entorno cercano señalaron que la dosis de anestesia fue excesiva y le provocó "dos paros cardíacos de 10 y 15 minutos respectivamente". A partir de ahí entró en un estado de coma del que ya nunca despertó.
"No hay palabras que expliquen lo que estoy sintiendo, es un dolor que no se compara con nada. Yo tengo dos hijos varones pero nada remplaza el vacío que tengo. La pérdida de un hijo es lo más grande que le puede suceder a una mujer y más de la forma en que yo la perdí, me la mataron, de eso no tengo dudas", lamentó.
Su madre Yugdeilys Milanés García explicó que Serrano Milanés dio a luz a su primera hija cuando tenía 15 años y el parto no tuvo complicaciones, aunque sí hubo problemas a raíz de una infección.
"Yo siempre estuve con ella. Le comenzaron a dar fiebres y tenía la parte de la herida enrojecida. En aquel momento, la atención médica fue bastante pobre pues no prestaron atención cuando la solicité. Como resultado Rosmerys estuvo internada, separada de su bebé, por 13 días", relató a la mencionada fuente.
El doloroso momento que vivió esta progenitora se vio agravado por la negativa de los médicos a entregar el cuerpo de la fallecida a su familia. Yugdeilys dijo para ello le pedían que donara los órganos de la joven, algo a lo que se negó.
Finalmente la dirección del hospital devolvió el cuerpo, casi 24 horas después de la muerte de Rosmerys, ante la presión que ejercieron los familiares.
El siguiente paso de la familia de la joven de 17 años será pedir explicaciones por lo ocurrido al director del Hospital Clínico Quirúrgico Juan Bruno Sayas ante el silencio de las autoridades sanitarias.
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