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La experiodista venezolana Mariahe Pabon ha recordado en una entrevista algunas anécdotas de la mítica Celia Cruz, con quien mantuvo una amistad durante más de 30 años.
Pabon es la abuela de la cantante Manu Manzo, residente en Miami. La joven quiso conmemorar el aniversario 94 de la mítica Reina de la Salsa y le pidió a su ‘Nonna’ que le contara historias de “su amiga Celia”. La conversación ha sido publicada en el portal The Oprah Magazine.
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Según reveló Pabon, Celia le pidió al exdictador Fidel Castro volver a Cuba. “…Y él le diría que sí, que ‘puedes venir, pero debes quedarte aquí’. Y es por eso que ella nunca fue. Ella lo rechazó. Era 100 por ciento cubana y orgullosa”, relató.
“Realmente no le gustaba la política, pero sí luchó por su país. Lo único que solicitó al gobierno cubano fue que su familia viviera en el edificio de apartamentos que había comprado allí. Por suerte, lo permitieron. Ella les enviaría ropa, comida, todo. Supongo que era política en la forma en que hablaba constantemente sobre querer que Cuba volviera a ser libre”, añadió.
Pabon y Celia se conocieron en 1967, en Caracas. La entonces periodista comenzó a trabajar en el recibimiento de artistas que llegaban al país. La primera persona que tuvo que recoger en el aeropuerto fue la cubana. Desde el momento en que se conocieron, se hicieron amigas.
“También recuerdo un vuelo; en ese momento, muchos aviones estaban siendo secuestrados para llevarlos a Cuba. Y en uno de nuestros vuelos, Celia bromeó: ‘Imagínense que si secuestran este avión, lo llevan a Cuba, puedo ver a mi familia, y usted escribe una historia y gana un premio’. Por supuesto, eso no sucedió. El sueño de Celia era volver a Cuba y eso nunca sucedió”, agregó la entrevistada.
La nieta de Pabon, Manu Manzo, es una cantante y compositora de 25 años nombrada por la revista Billboard como ‘Artista latino para mirar’ en 2018. Aunque comenzó su carrera mucho después de la muerte de Celia Cruz, reconoce la influencia de su legado no solo por su arte, sino porque era “una mujer de color, que abrió las puertas a tantas artistas femeninas como yo que la siguieron”.
Para la abuela de Manzo, Celia era una cubana de los pies a la cabeza. “Su amor por Cuba fue eterno. Su amor por la gente fue increíble. Su esposo Pedro me dijo que ella siempre tenía pequeñas tarjetas en blanco porque escribía notas a cada persona que encontraba. Hay muchas personas por ahí que probablemente todavía tengan una tarjeta de ella”, subrayó.
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