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Al sur de la Isla, en el oriente cubano, los católicos veneran una representación de la Virgen María, en su advocación de la Purísima Concepción. Los manzanilleros la llaman la Virgen del Combate.
Bicentenario de un combate épico en Manzanillo
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El domingo 13 de octubre de 2019, Manzanillo celebró la misa y procesión a la Virgen del Combate. La tradición de nombrar así a la Virgen surgió tras un ataque naval que recibiera la Villa del Puerto Real de Manzanillo en el año 1819.
La villa se fundó en 1792, sobre lo que otrora fuera el Monte Manzanillo y que lleva este nombre por un árbol de frutos venenosos que se da en esa región del Oriente Cubano. En 1802 su población estimada era de 198 habitantes.
¿Por qué atacar Manzanillo?
Este puerto tiene una ubicación estratégica en el Golfo de Guacanayabo. La zona era rica en recursos naturales, especialmente agua potable y maderas preciosas.
Por esta razón era un área importante para los españoles y un punto de sumo interés para corsarios, piratas y armadas navieras de otros países ya que la madera era un recurso imprescindible para el mantenimiento de la flota de barcos.
La población y los militares españoles en esta región eran insuficiente en los inicios del siglo XIX para conservar el control de los recursos, de modo que el almirante Walter Dawes Chitty, en su bergantín El Libertador, decidió atacar este puerto cubano.
¿Cuán dispar era el combate?
El Capitán Chitty tenía 60 hombres (la mayoría ingleses) bajo su mando y el bergantín pertenecía a una flota de 21 barcos que se habían separado para reunirse tres meses después con dinero y recursos recaudados, de modos dudosos, en la Isla Margarita.
El 8 de octubre de 1819 Walter Dawes Chitty, quien estaba asistido por un conocedor del Puerto Real de Manzanillo, comenzó su ataque. Lo primero que solicitó al Comandante del Fuerte de Manzanillo fueron 80 000 pesos, si quería evitar el conflicto.
El religioso pueblo de Manzanillo, al ver la inminencia del ataque en el horizonte, se encomendó a la Virgen de la Purísima Concepción.
Las estrategias del comandante Sariol
Los manzanilleros estuvieron representados por Don Juan Sariol, un comandante español. Sin embargo, históricamente han enfocado el combate sin destacar líderes sino la unidad de la población.
Sariol comunicó al capitán de El Libertador que debía solicitar dinero a Bayamo para pagar el rescate, de esta forma ganó tiempo para organizar su plan de defensa.
Plantó una batería de cañones desde el Fuerte del puerto y recaudó todo el armamento posible, incluyendo cuchillos y machetes para armar a la población, mientras llegaban refuerzos de las villas vecinas.
Su plan se basó en hacer daño con los cañones, desde tierra, al bergantín. Esto obligó a una retirada del capitán Chitty para proteger su nave. Los refuerzos llegaron tarde y escasos a los manzanilleros, pero aun así triunfaron.
El Milagro de la Virgen
Lucharon cuerpo a cuerpo con marineros experimentados, soportaron 4 días de asedio en sus costas, movilizaron por vez primera a todo un pueblo para defender sus hogares y vencieron lo que parecía imposible sin ayuda de sus vecinos.
Los manzanilleros católicos desde entonces se encomiendan a la Virgen del Combate, porque saben que una vez ese pueblo encontró en ella la fe, la fuerza y el valor para enfrentar uno de los mayores horrores: el miedo a la muerte.
La Virgen del Combate
Estos hechos históricos inspiraron a Carlos Manuel de Céspedes a escribir un artículo periodístico sobre la unidad de los cubanos para defender la tierra que por derecho les pertenece.
El templo de La Purísima Concepción, en Manzanillo, conserva la figura original del siglo XIX. La Virgen del Combate en la actualidad se lleva en andas cada año. En la ceremonia se suele entonar solemnemente las notas del Himno Nacional de Cuba.
Bibliografía consultada:
Portuondo Zúñiga, Olga (2014) Manzanillo, de Salvador Golomón a Carlos Manuel de Céspedes. Ediciones Orto, Colección Anazca. Cuba
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