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La administración de Donald Trump dio un nuevo portazo a los vínculos con Cuba al prohibir el uso de fondos federales para financiar actividades de intercambio cultural y educativo con representantes y entidades gubernamentales de Cuba, anunció este lunes un decreto presidencial.
La Casa Blanca considera que la sanción contra Cuba, Corea del Norte, Rusia y Siria se aplicará en represalia por el incumplimiento de esos países de los requerimientos básicos para combatir el tráfico humano, y estará en vigor hasta que sus gobiernos no emprendan esfuerzos significativos para eliminar la trata de personas.
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"Determino que Estados Unidos no proporcionará asistencia no humanitaria o no relacionada con el comercio, ni permitirá la financiación de programas de intercambio educativo y cultural con funcionarios o empleados de los gobiernos de Cuba, Corea del Norte, Rusia y Siria en el año fiscal 2020", dice el documento firmado por Trump y publicado este lunes en el Registro Federal.
El decreto indica que la medida se mantendrá vigente "hasta que dichos gobiernos no cumplan con las normas mínimas para la eliminación de la trata o hagan esfuerzos significativos para cumplir con estándares establecidos".
El pasado junio, Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista negra de países que no hacen lo suficiente por combatir el tráfico de personas, lo que podría traducirse en la imposición de sanciones o recortes de ayuda a la Isla. Después de tres años consecutivos en una lista de observación, Cuba fue clasificada en "nivel 3" en el Informe Anual sobre Tráfico de Personas del Departamento de Estado, junto a Venezuela, Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Siria, Sudán del Sur y República Democrática del Congo.
El anuncio de este lunes constituye un apretón a las clavijas del embargo en medio de una escalada de sanciones comerciales y financieras contra el régimen de La Habana por su apoyo irrestricto a Venezuela. Esta semana, la Asamblea General de Naciones Unidas someterá a votación un proyecto de resolución que pide el fin del embargo contra Cuba, como ha sucedido por 27 años consecutivos en el cónclave.
Pero la normativa de Trump no implica la eliminación de los intercambios académicos, culturales, educativos y de información que están en vigor entre Estados Unidos y Cuba, sino de aquellas actividades y entidades que reciben fondos del gobierno federal.
De hecho, el grueso de los intercambios culturales y educativos entre ambos países, incluyendo los viajes de artistas cubanos a Miami y otras ciudades estadounidenses, tienen patrocinio de fundaciones e instituciones privadas. Los fondos de organismos, universidades e instituciones estatales y locales no están tampoco incluidos en esta restricción gubernamental.
La medida pudiera afectar a entidades artísticas y académicas que reciben fondos del gobierno federal para favorecer becas, visitas, conciertos y eventos culturales en Cuba y Estados Unidos. Los programas de universidades y centros culturales que reciban fondos de organismos como la National Endowment For The Arts (NEA) se verán inevitablemente limitados.
La decisión también cerrará las puertas -al menos hasta septiembre del 2020- a los contactos informativos y de cooperación profesional entre agencias federales de Estados Unidos y representantes del gobierno cubano, promovidos durante la era de Barack Obama.
Los intercambios culturales han estado en el foco crítico de exiliados cubanos que los consideran como una "plataforma de penetración castrista" en Estados Unidos. En las últimas semanas, las voces de personalidades públicas y organizaciones del exilio en Miami se han levantado para pedir la suspensión de la residencia legal y las visas a músicos que acusan de comulgar con el régimen castrista, sin definir una postura política.
En medio de fuertes cuestionamientos públicos, la ciudad de Miami aprobó el pasado julio una ordenanza que condena el intercambio cultural con Cuba y prohíbe la utilización de instalaciones y fondos del gobierno local para proyectos de este tipo.
De manera que este lunes la medida fue interpretada por activistas exiliados y medios locales en Miami como una victoria total, considerando que se trataba de una radical eliminación de los intercambios culturales.
Sin embargo, los intercambios culturales y educativos están regulados para ciudadanos estadounidenses bajo las 12 categorías establecidas por el Departamento del Tesoro en relación con los viajes a Cuba.
El corte de fondos federales para estas actividades tampoco implica al otorgamiento de visados, que es una decisión plena del Departamento de Estado. No obstante, la concesión de visados para intercambios culturales y visitas de negocios (Visas B-1 y B-1/B-2) se encuentra en su nivel más bajo desde 2006, cuando solo se emitieron 7 330. Al cierre de junio las visas de visitantes en estas dos categorías sumaban apenas 1 229.
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