La Habana dispone de una nueva instalación de lujo para recibir a sus visitantes extranjeros, el “SO / Paseo del Prado La Habana”, ubicado en la misma calle que su nombre indica. Para ser más precisos, el edificio puede encontrarse justo en la esquina donde fue detenida y reprimida la marcha independiente de la comunidad LGBTI el pasado 11 de mayo de este año.
El hotel pertenece a la compañía francesa “Accor”, la más grande de su tipo en Europa y la sexta en el mundo. La misma opera en 100 países, con más de 4,800 instalaciones turísticas y 280,000 empleados a nivel internacional. Ahora promociona esta nueva adquisición diseñada por el arquitecto francés Michel Regembal, y compuesta por 250 habitaciones en nueve plantas, incluyendo 8 suites.
Sus negocios en Cuba ya pasan de las 2 décadas y, de acuerdo con una nota de Reuters en 2015, para esas fechas en que planeaba abrir el Pullman Cayo Coco, de 518 habitaciones, ya la compañía administraba el Mercure Sevilla Havana de 178 habitaciones en la Habana Vieja y el Mercure Playa de Oro de 385 habitaciones en la playa de Varadero.
La propia empresa admitió entonces que estaba trabajando en un proyecto con el grupo turístico cubano “Gaviota” para construir otro hotel, lo cual permitía constatar sus buenas relaciones con el controvertido conglomerado empresarial “Gaesa”, manejado por las fuerzas armadas de la Isla, del cual se ha destacado a menudo su control monopólico sobre la economía del país.
De hecho, en su construcción participó Almest, otra de las empresas que funciona bajo la sombrilla administrativa de los militares, que dirige el ex yerno del general Raúl Castro, Luis Alberto López-Callejas.
“SO / Paseo del Prado La Habana” se suma a la creciente presencia de hoteles que ostentan la categoría “cinco estrellas plus” en Cuba. El edificio tiene 36 metros de altura y fachadas con grandes ventanales de cristal.
Además, cuenta con una torre que imita la proa de un barco, desde donde se pueden apreciar lugares de interés turístico como el malecón, el Castillo de los Tres Reyes del Morro y la fortaleza de San Salvador de la Punta. Es un buen atractivo, sobre todo si se tiene en cuenta que la capital cubana está cerca de celebrar sus 5 siglos de fundada.
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