Poco después de la recomendación de la Organización de Estados Americanos (OEA) este domingo, de que Bolivia debía repetir la primera ronda de los comicios electorales efectuados el pasado 20 de octubre, y donde Evo Morales resultó ganador, se sucedió una reacción en cadena que ha culminado con la dimisión del presidente indígena y su salida del país rumbo a Argentina.
El informe de la OEA fue el último clavo en el ataúd político de un gobernante que había empleado métodos muy polémicos para modificar la Constitución y lograr una tercera candidatura presidencial.
Después de que se publicara el informe, el presidente Evo Morales convocó a nuevas elecciones. Fue su primer intento de salvación. A pesar de no mencionar la auditoría durante su conferencia de prensa, acató todas sus recomendaciones, tal y como se había comprometido semanas atrás.
Pero ¿qué tan explosivo fue el informe de la OEA? ¿Qué tan grave fue lo que encontró que obligó a Morales a renunciar en pocas horas?
En detalle, estos fueron los hallazgos más candentes del histórico informe:
1. PROBLEMAS TÉCNICOS
Durante proceso no estuvo monitoreado el 100 % del flujo de datos del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales (TREP), algo a lo que obliga la ley electoral boliviana.
Durante el tramo final del proceso, se operó con un servidor que no estaba definido en la infraestructura del sistema electoral, y del que nada se supo hasta su misma utilización.
Se redirigió tráfico hacia una red de servidores ajena al TREP y al Cómputo Oficial.
La empresa auditora reconoció públicamente las vulnerabilidades e irregularidades detectadas en cuanto a estos asuntos técnicos.
2. INCONGRUENCIAS Y FALSIFICACIONES
Se detectó la falsificación de firmas y alteración de actas.
Del análisis efectuado, se concluyó que 78 actas (23% de la muestra) presentaban irregularidades desde el punto de vista pericial.
Se detectaron mesas en las que las firmas del acta original no correspondían con las firmas de las copias.
Se realizó un cotejo entre las firmas, de los jurados que figuraban en las actas y las de las hojas de trabajo, lo que permitió detectar casos en los que las firmas en actas de trabajo de los seis jurados habían sido falsificadas.
3. IRREGULARIDADES EN EL ÚLTIMO 5% DE LOS VOTOS OTORGADOS A MORALES
Por último, en el último 5% del cómputo, 290,402 votos fueron contabilizados. De estos, Morales ganó 175,670, es decir un 60.5% de los votos, mientras Mesa obtuvo solamente 69,199 votos es decir un 23,8%. En el último 5% de votación, Morales incrementó el promedio de votación en un 15% comparado con el 95% anterior, mientras Mesa caía en una proporción prácticamente igual. Este comportamiento es muy inusual, por no decir escandalosamente inusual.
Ese último dato solamente implica la posibilidad de manipulación de votos, aunque no lo afirma con total certeza. Si bien es cierto que este comportamiento puede haber ocurrido de forma espontánea, es tan inusual que los números fluctúen tanto durante la última etapa de la votación que ese hecho alarmó a los expertos.
Aun cuando se trataba de un informe inconcluso, fue suficiente para que Evo Morales llamara a repetir las elecciones, en un intento por apaciguar el polvorín en que se había convertido el país desde hace 18 días, cosa que no logró. Poco después, presentó su dimisión a la presidencia y negoció su inmediata salida a Argentina.
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