Grandes colas y ausencia de gasolina “barata” afectan el transporte en motos de Santiago de Cuba

La primera causa es la ausencia casi total de la gasolina B83, que cuesta 80 centavos de CUC, y en consecuencia han tenido que comenzar a utilizar la B94 a un costo de 1.20 CUC.

Cola de motorista en un servicentro de Santiago de Cuba. © José Roberto Loo Vázquez
Cola de motorista en un servicentro de Santiago de Cuba. Foto © José Roberto Loo Vázquez

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Este artículo es de hace 5 años

La ciudad de Santiago de Cuba, considerada la capital cubana de los motores, vive por estos días jornadas de ausencias reiteradas de combustible “barato”, largas colas en los servicentros, y un incremento de los precios de los pasajes por parte de los motoristas, hechos que afectan a quienes usan esta forma popular de moverse por la urbe.

De manera informal y por años se había establecido que por 10 o 20 pesos cubanos (CUP) una persona se puede desplazar en una de las llamadas “mototaxis” por casi toda la ciudad de Santiago de Cuba. Sin embargo, esa realidad ha cambiado en los últimos días cuando los motoristas de súbito se han visto obligados a duplicar el precio de los pasajes.


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La primera causa es la ausencia casi total de la gasolina B83, que cuesta 80 centavos de CUC, y en consecuencia han tenido que comenzar a utilizar la B94 a un costo de 1.20 CUC.

Pero el uso de este tipo de gasolina, que “cuida” más la maquinaria de los motores, trae aparejado un segundo problema y es que es mucho menos rentable pues para la misma distancia se consume más de la B94 que de la B83.

Cola por gasolina en Santiago de Cuba. Foto: José Roberto Loo Vázquez.

En otras palabras: ahora los motoristas en Santiago de Cuba pagan un 50 por ciento más de dinero en gasolina y para recorrer la misma distancia que cubrían con un litro de la B83 deben consumir hasta un 20 por ciento más de la B94, y son gastos que han tenido de compensar con el incremento del precio de los pasajes.

“Se pasaron varios días sin sacarla en ningún servicentro de la ciudad, ahora han sacado buchitos y las colas que se forman son kilométricas, puedes estar hasta cuatro horas para comprar”, asegura un motorista de Santiago de Cuba.

Y para evitar trifulcas en las largas colas, el gobierno ha decidido colocar en estos servicentros a policías para cuidar el normal desempeño de la venta del codiciado combustible.

“Yo la conseguía en la calle, pero desde que redujeron las asignaciones a las entidades del estado, he visto choferes de empresas parados en sus casas sin hacer nada pues no tienen, así que vender el excedente es historia del pasado”, asegura.

“Con un litro de gasolina B83 yo llegaba recorrer unos 25 kilómetros, ahora con la B94 llego hacer a duras penas 20 kilómetros. Yo con 13 dólares y pico lleno el tanque de mi motor con la B83, con la misma cantidad de dinero más o menos lleno la mitad del tanque con la B94 pero es menos rentable. Te explico: con el tanque lleno de B94 le saco unos 700 pesos, sacando el costo de la gasolina que es unos 450 pesos o más, más o menos de ganancia me daba 250 pesos, menos 100 al dueño del motor, me voy a casa con 150 pesos. A eso hay que sumar que invierto tres o cuatro horas para comprar combustible por las colas, sí la encuentro pues hay días que no hay en ningún servicentro. Al contrario, con un tanque lleno de B83 le saco unos 1500 pesos, saco 400 y pico de gasolina y 100 al dueño y me voy a casa con 900 pesos más o menos”, agrega.

Motoristas en una cola en Santiago de Cuba. Foto: José Roberto Loo Vázquez.

En los servicentros se da un fenómeno muy singular y es que al ser el espacio más concurrido por motoristas al mismo tiempo, de una u otra manera conversan, socializan información de dónde hay combustible pero también comentan que no da la cuenta cobrar el precio de antes e insinúan el hecho de duplicar el pasaje.

La gasolina B94 es ideal para los motores modernos pues estos gastan menos y es la recomendada, además, para estos equipos, con la que más eficiencia funcionan.

Sin embargo, la mayor parte de los 16 mil motores que se calcula circulan por la ciudad son viejas máquinas cuyo rendimiento económico, al menos desde el punto de vista de los cálculos de sus dueños, no es ideal la B94, sino la B83, bastante ausente por estos días y con esporádicas apariciones en los servicentros.

Como promedio, en conversaciones con varios motoristas, estos transportistas privados gastan siete litros de gasolina al día, sin embargo han tenido que recurrir al acaparamiento debido al déficit actual de la llamada gasolina “barata” o duplicar precios para que les sea rentables, si emplean la más costosa.

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José Roberto Loo Vázquez

Periodista de graduación, y fotógrafo de pasión, dos historias que se entremezclan y atrevidamente me hacen llamarme fotoreportero. Si sumamos mi amor, por la ciudad de Santiago de Cuba, no es difícil entender mi preferencia: fotoreportero que gusta resaltar su urbe natal, la “tierra caliente”.


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