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Ahora que arrancan los debates en torno a los exaltados de la Clase 2020 del Salón de la Fama de Grandes Ligas, este sitio hizo un sondeo entre varios expertos de distintos medios. He aquí sus respectivas votaciones.
Francys Romero, CiberCuba
Lo más leído hoy:
1 Derek Jeter: Son unánimes sus 14 juegos de estrellas, 5 Series Mundiales, 3000 hits, es Mr. Noviembre con clase y magia dentro y fuera.
2 Bobby Abreu: Aunque Abreu no totalizó los premios que impresionan, está en el club de 400 robadas, más de 2400 hits y 1400 BB.
3 Billy Wagner: Mejor ratio de K entre los relevistas en la historia con 11.9; también supera a Mariano Rivera en AVG OPP y WHIP.
4 Andruw Jones: Un 10 veces Guante de Oro y con 434 jonrones creo que merecería entrar.
5 Larry Walker: 3 veces campeón de bateo y una vez MVP, Walker estuvo en la élite defensiva de su época con 7 Guantes de Oro.
6 Curt Schilling: Pese a manchar su imagen con algunas cuestiones fuera de los terrenos, ganó 3 Series Mundiales, lanzó dos temporadas de 300 o más ponches y en postemporada tuvo 11-2 con 2.23 ERA.
7 Omar Vizquel: Uno de los defensores más excelsos de la posición (11 Guantes de Oro, 9 de ellos consecutivos) también debe entrar a la inmortalidad.
8 Jeff Kent: No resalta mucho más allá del MVP en el 2000, pero se mantuvo limpio con 377 HR y más de 1500 RBI.
9 Scott Rolen: 8 Guantes de Oro y 7 All Star Games, Rolen merece uno de los 10 votos.
10 Todd Helton: Aunque lo hiciera en Coors Field, más de 2500 hits, 350 HR, 1400 RBI y .316 AVE de por vida lo convirtieron en uno de los bateadores más finos entre 1997 y 2013.
*No voto por jugadores estrellas que han sido vinculados con el consumo de esteroides.
Jorge Morejón, ESPN
Derek Jeter: ¿Necesita explicación?
Omar Vizquel: Ganó 11 Guantes de Oro. Sus 2877 imparables son la segunda mayor cantidad para un jugador de su posición.
Barry Bonds: Siete veces MVP y líder absoluto en jonrones (762).
Roger Clemens: Siete veces ganador del premio Cy Young. 354 victorias, noveno de todos los tiempos. 4672 ponches, tercero en la historia.
Sammy Sosa: 609 jonrones, noveno de todos los tiempos.
Gary Sheffield: 509 jonrones. Por Grandes Ligas han pasado 19 600 peloteros y sólo 27 han bateado más de 500 cuadrangulares.
Todd Helton: Average de por vida de .316 en 17 temporadas. Uno de los bateadores más consistentes de su generación.
Andy Pettitte: 256-153, con efectividad de 3.85 en 18 temporadas. Cinco veces campeón en Series Mundiales.
Curt Schilling: Sólo 18 pitchers tienen más de 3000 ponches y Schilling es uno de ellos. De esos 18, Justin Verlander sigue activo y C.C. Sabathia acaba de retirarse. Los demás, salvo Clemens, están en Cooperstown.
Larry Walker: .313 de average de por vida. Tres títulos de bateo. Siete Guantes de Oro. OBP de .400.
Jesús Suárez Valmaña, freelancer
Voy a poner dos decenas: la primera, donde irán “los míos”, dentro de los 32 que puso MLB con sus “olvidos y cañonas”. La segunda, la que creo va a ser la más votada por los sesudos periodistas y escritores de la MLB.
Mis 10 para el HOF 2020:
Derek Jeter
Barry Bonds
Roger Clemens
Omar Vizquel
Manny Ramírez
Gary Sheffield
Larry Walker
Curt Schilling
Jason Giambi
Bobby Abreu
(Los 5 iniciales, en mi opinión INDISCUTIBLES que ya caben ahora mismo, con los 3 primeros obligados de plantilla)
Los 10 que pienso van a ser más votados:
Derek Jeter (unánime)
Curt Schilling
Omar Vizquel
Roger Clemens
Barry Bonds
Larry Walker
Jason Giambi
Alfonso Soriano
Bobby Abreu
Billy Wagner
(De ellos pienso que saldrán exaltados los 2 o 3 primeros. Y ojalá que se cuele el venezolano por delante de Schilling con su media roja “ensangrentada”)
Yasiel Cancio, Prensa Latina
1 Derek Jeter: Hay poco que decir, como no sea que debe ser el segundo jugador de la historia en llegar a Cooperstown con el 100 por ciento de los votos. Los Yankees tienen mitos gigantescos, y él es uno de ellos.
2 Barry Bonds: El máximo jonronero de la historia de las GL tiene que estar en el HOF. ¿Usó sustancias prohibidas? Sí. Pero no estaban prohibidas en esa época y, además, ningún otro jugador fue tan sensacional en el cajón de bateo.
3 Roger Clemens: En su caso también sobrevuela la niebla del doping. Sin embargo, muy pocos lanzadores fueron mejores que él en la historia del béisbol. Su talento para ponchar a rivales era abrumador. Sencillamente intimidante.
4 Curt Schilling: Su leyenda sobrepasa los límites del juego. Jamás se podrá olvidar aquel tobillo sangrando y sus 3 títulos de Serie Mundial, sobre todo los de 2001 con Arizona y 2004 con Boston.
5 Larry Walker: Explotó Coors Field como pocos y yo adoro ese estadio. Fue tres veces líder de bateo en la Nacional y ganó el premio MVP en 1997 jugando allí, en la altura de Colorado. Es cosa de locos llevarse el MVP con los Rockies; pregúntenselo a Nolan Arenado.
6 Omar Vizquel: En el béisbol, lo más espectacular es dar jonrones o meter muchos ponches, pero evitar carreras también es fundamental, y el venezolano evitó un millón con su guante de oro en el campo corto.
7 Andy Pettitte: Ganar una Serie Mundial es el sueño de todo pelotero y Pettitte conquistó cinco, siempre en roles protagónicos. Es uno de los pilares de aquella mítica generación de Yankees de finales de los 90 y principios de este siglo.
*Mi boleta se reduce a solo siete nombres.
Aliet Arzola, OnCuba News
Derek Jeter: Números excepcionales y una desbordada bolsa de premios avalan a Jeter, pero más allá de datos tangibles nadie cuestiona su inmortalidad porque también logró un nivel de influencia pocas veces visto en Nueva York, la plaza más exigente del béisbol. La única duda con el gran capitán de los Yankees es si será elegido de manera unánime. Lo merece, pero quizás alguien le niegue el voto como ya sucedió con Ruth, Cobb, Griffey Jr., Ripken Jr., Aaron o Nolan Ryan.
Curt Schilling: Este será su año si no pesa en los votantes detalles tan absurdos como el comportamiento del lanzador en Twitter y sus preferencias políticas (es republicano y partidario de Trump). Schilling es el único lanzador con más de 3000 ponches que no está en Cooperstown, además de Roger Clemens. Su caso es sólido, sobre todo por su brillante rendimiento en postemporadas (dos MVP, tres Series Mundiales, balance de 11-2 y efectividad de 2.23).
Barry Bonds: Nadie va a borrar los números de Bonds. Es líder histórico en jonrones y boletos, y entra en el Top-10 en slugging, impulsadas, OBP y WAR. Un jugador de su impacto (siete MVP, ocho Guantes de Oro, 12 Bates de Plata y 14 Juegos de Estrellas) no tendría problemas para acceder a Cooperstown, pero los escándalos por uso de esteroides lo han alejado de la posibilidad. No obstante, en su octava aparición en la boleta, no dudaría en darle el voto.
Roger Clemens: Clemens, como Bonds, ha aumentado su por ciento de aceptación desde el 2015 hasta rozar el 60 por ciento el año pasado. Ninguno de ellos será elegido este curso, pero es importante que mantengan esa tendencia al alza de cara a sus dos últimos años en la boleta. “The Rocket” también tiene méritos de sobra: siete Cy Young, siete títulos de efectividad, dos veces ganador de la Triple Corona, 11 All-Star, tercero en la lista histórica de ponches...
Larry Walker: Ninguna placa del HOF tiene el logo de los Rockies, y ningún miembro de Cooperstown ha vestido jamás la camiseta de Colorado, por lo que Walker podría marcar dos hitos. Está en su último año y necesita un salto gigante (logró 54.6 por ciento de votos en 2019). Méritos no le faltan: ganó tres títulos de bateo, siete Guantes de Oro y sumó +380 jonrones, +1300 remolques y +230 robos, algo que han conseguido solo tres HOF: Hank Aaron, Willie Mays y Andre Dawson.
Omar Vizquel: Con toda la atención que acaparan ahora las métricas defensivas, el torpedero venezolano tiene una oportunidad real de llegar a Cooperstown. En dos años en las boletas ha logrado hasta el 42.8 por ciento de votos basado en sus 11 Guantes de Oro y su longevidad (jugó 24 temporadas). No debe ser exaltado en 2020, pero puede continuar su ascenso y entrar al templo de inmortales más temprano que tarde.
Andy Pettitte: El zurdo de los cinco anillos con los Yankees bien podría tener mejores consideraciones de cara a su segundo año en la boleta, tras una primera experiencia frustrante, con solo el 9.9 por ciento de votos. Sus números están a la par de Jack Morris o Mike Mussina, quienes ya fueron exaltados, pero habrá que ver si la vinculación con los esteroides pesa más que todos los títulos que se ganó en el corazón del staff de Nueva York.
Gary Sheffield: Sheffield tiene una candidatura sólida. Basta decir que en algunos apartados supera a Vladimir Guerrero, quien entró al HOF en 2018 con más del 90 por ciento de votos. Pero su nombre fue vinculado al laboratorio BALCO, apareció en el Informe Mitchell y cayó en el abismo del uso de esteroides. Va a su sexto año en la boleta y se espera que suba de 13.6 (su mejor cifra en las votaciones anteriores).
Sammy Sosa: Ningún jugador de la Liga Nacional ha llegado tan rápido a los 400 jonrones como Sosa (necesitó 1354 juegos y 5237 veces al bate), que además es uno de nueve jugadores con más de 600 vuelacercas. El dominicano va a su octavo año en las boletas y no sube del 12.5 por ciento por su relación con los escándalos de dopaje. Quizás sea una bala perdida, pero hay que intentar que siga con vida.
Todd Helton: Es uno de los 18 bateadores con línea ofensiva de por vida superior a .300/.400/.500 (con al menos 7 000 apariciones al plato), y tiene el sexto mayor OPS histórico en casa. Pero, según dice Jay Jaffe en FanGraphs, también tiene la quinta mayor diferencia de OPS entre los partidos de local y visitante. Ahí está la maldición de Coors Field, que puede perseguirlo y negarle la placa de Cooperstown. Recibirá más votos este año en una clase poco concurrida.
Michel Contreras, CiberCuba
Derek Jeter: En unos Yankees muy grandes, él supo serlo más. RE2PECT.
Barry Bonds: Top Ten en OBP y SLU, con mejor WAR que el viejo Ruth. Nadie le dijo adiós a más pelotas. Dios no permita que la falsa moral le niegue acceso al templo.
Roger Clemens: Las jeringas no alcanzan a desviar la atención de siete premios al mejor lanzador y dos Triple Coronas.
Curt Schilling: Poco importa si dijo o dejó de decir, si era sangre o tomate en su tobillo. Ponchó a más de tres mil, tiene un ratio de SO/BB de 4.38, y en las postemporadas su indiferencia se trocaba en hambre y sed.
Larry Walker: Saquémosle el dedito al tema de Coors Field para centrarnos en el detalle clave: es su décimo año en las boletas. Por favor, que no maten a Booger.
Manny Ramírez: Dopen a Brett Gardner y pídanle que pegue 555 jonrones, muchos de ellos sobrevolando el Monstruo Verde. Inyéctenle lo que quieran a Rougned Odor para que cierre una carrera de casi 10 mil comparecencias con promedio ofensivo de .312. Todo eso, y aún más, Manny lo hizo.
Omar Vizquel: Su OPS+ es francamente bajo, pero el “Pequeño O” suplió cada chispa que no sacó de su madero con durabilidad y rendimiento defensivo. Si el Salón de la Fama es para cracks, él cabe.
Todd Helton: Decir que fue un auténtico animal se queda corto. Ponerle pegas por la altura del estadio suena bajo. No otorgarle una placa sería absurdo.
Gary Sheffield: El incesante baile de su bate es una de las imágenes más amenazantes que ha legado el pasatiempo. “Cada vez que entraba en la caja quería destruir al que estuviera en el montículo”, aclaró. “En mi opinión, ese tipo estaba tratando de quitarme la comida de la mesa”. 509 jonrones después, ya sabemos que no le pudieron quitar ni la merienda.
Andy Pettitte: Cinco anillos de Serie Mundial, 15 campañas en el Bronx y más triunfos que nadie en las postemporadas. Si hace falta algo más, pídanlo por Amazon.
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