Activistas LGTBI y evangélicos cubanos vuelven a mostrar diferencias en el malecón de La Habana

Desde la inclusión en la nueva Constitución de Cuba del artículo 68, donde se abría la puerta al matrimonio igualitario en la isla, estos dos colectivos están enfrentados.

Lectura de la Biblia en el malecón de La Habana y activistas LGTBI+. © Collage con Facebook
Lectura de la Biblia en el malecón de La Habana y activistas LGTBI+. Foto © Collage con Facebook

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Este artículo es de hace 5 años

El malecón de La Habana fue escenario este domingo de una lectura de la Biblia organizada por la Liga Evangélica de Cuba y una acción simbólica de activistas LGTBI+ cubanos, entre ellos el exdiputado de la Asamblea Nacional Luis Ángel Adán Robles, quienes pasaron por delante en un almendrón con una bandera arcoíris de este colectivo.

"Es un acto de fe y como todo acto también se hicieron presentes, en carro rosado, con la bandera del pacto de Dios, los que nos aborrecen por ser como somos. Todo fue en paz", cuenta el religioso Sandy Cancino en Facebook.


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Por su parte, Adán Robles publicó en esa misma red social que "¡contra los fundamentalismos religiosos lo que toca es activismo!".

Desde la inclusión en la nueva Constitución de Cuba del artículo 68, donde se abría la puerta al matrimonio igualitario en la isla, estos dos colectivos estuvieron enfrentados con campañas y otras expresiones en redes sociales desde sus respectivos puntos de vistas.

Mientras los religiosos encabezaron la campaña contra el 68 y por el "diseño original" de la familia; el colectivo LGTBI+ y otros simpatizantes respondieron con una familia muy original en una guerra de carteles que perdió de vista otros artículos de la Constitución donde se establecía al Partido Comunista de Cuba como "la fuerza superior dirigente de la sociedad y el Estado", entre otros que perpetuaban el sistema elegido por el fallecido dictador Fidel Castro.

Finalmente, la Constitución eliminó el artículo 68 y lo incluyó con más cuidado en el 89, pero dejó la posibilidad del matrimonio igualitario para una futura consulta sobre el Código de la Familia, que todavía no tiene fecha exacta de realización.

Lo que en un principio fue presentado por el Gobierno de Cuba como un avance –el matrimonio entre personas del mismo sexo–, terminó a la espera de un proceso criticado por muchos activistas LGTBI+ por llevar a referéndum lo que en otros países ya se reconoce como derechos humanos.

El exdiputado de la Asamblea Nacional, quien renunció a ese cargo tras desencuentros con el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), aunque negó que esa fuera la razón de su salida, respondió en Facebook a los religiosos que "yo no voté en contra de la Constitución por tener artículos que prohíben la discriminación por orientación sexual o identidad de género, yo no exigo al Parlamento leyes que limiten su libertad religiosa. Debería usar esas influencias que tiene con sus fieles y educarlos con el amor al prójimo".

Pese a los desencuentros de estos dos colectivos, que volvió a quedar en evidencia este domingo, el Gobierno de Cuba continúa criminalizando y reprimiendo a los activistas LGTBI+ no alineados con el CENESEX, quienes lideraron en redes sociales el hastag #YoVotoNo contra la Constitución, y a los religiosos no simpatizantes con el régimen.

En mayo un grupo de cubanos independientes fueron reprimidos en la capital por marchar por el Día Mundial contra la Homofobia, mientras los afines a Mariela Castro, entre ellos Adán Robles quien los acusó de estar pagados, estaban presentes en otra actividad organizada por el gobierno.

Los evangélicos cubanos y otros religiosos también denuncian desde hace meses la prohibición de salidas del país y la persecución por sus ideas.

En Guantánamo un pastor fue condenado este año a cárcel por enseñar a sus hijos en casa.

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