El Gobierno de Satiago de Cuba decidirá en una consulta popular si se mantiene la imposición de la peatonalización del principal espacio público de la urbe o si volverán a transitar los carros por el Parque Céspedes, luego una gran polémica desatada en las calles de la ciudad y en las redes sociales.
En su página en Facebook, el rotativo Sierra Maestra –citando a Beatriz Johnson, presidenta del Gobierno Provincial– especificó que “una vez que se termine la restauración del parque Céspedes y del anillo fundacional, se restablecerá el tránsito de los autos por esta zona. Luego se someterá a consulta pública la decisión de mantener la peatonalización o el tránsito de los vehículos”.
Para los especialistas del patrimonio existe una tríada que tiene que ver con la preservación de las edificaciones construidas y la tradición oral: conocer, reconocer y conservar.
En otras palabras, se refiere a que es necesario hacer partícipes a las personas en el proceso dinámico de conservación del patrimonio pues, al fin y al cabo, la preservación de una urbe y sus espacios en primera instancia es para sus propios conciudadanos. Si estos no conocen y comprenden la importancia de su propia riqueza tangible e intangible, entonces difícilmente actúen en pos de su salvaguarda.
Eso, en resumen, es lo que ocurió en la ciudad de Santiago de Cuba en los últimos meses cuando de manera impositiva se trastocó la cotidianidad de las personas con la decisión de peatonalizar el Parque Céspedes, idea que a duras penas fue informada y mucho menos consultada.
Opiniones divididas ha encontrado la decisión de peatonalizar el Parque Céspedes. Hay quienes argumentan que es necesario para la preservación de las edificaciones, alejándolas de los movimientos que provoca el tránsito y la contaminación, a la vez que convierte este espacio de la urbe en un área más amigable con el transeúnte.
En el otro lado de la balanza están aquellos que argumentan que el corazón citadino se muere del tedio y el aburrimiento pues con la peatonalización se aisló esta zona, algo que no ha traído una reanimación cultural.
Los negocios privados y estatales se quejan de que en el horario nocturno no hay transporte cercano a los trasnochadores, también de que los turistas no comparten la idea de tener que arrastrar sus equipajes por varias calles para llegar a los hoteles.
En sentido general todos señalan que la circulación vehicular por el Centro Histórico es casi caótico con un Corredor Patrimonial Las Enramadas y un Callejón del Carmen, ambos sitios peatonales, sumando a lo sucedido en el parque Céspedes.
Advierten, además, las nefastas consecuencias de tales decisiones en casos de la ocurrencia de terremotos o de huracanes, pues las iniciativas urbanísticas han convertido la ciudad en más vulnerable.
La peatonalización del parque Céspedes en Santiago de Cuba, tras el revuelo causado en la población y su reflejo en las redes sociales, abre el camino a considerar más a las personas cuando se tomen decisiones de este tipo que trastoque la vida de miles.
Para muchos, ha dejado entrever el poder de movilización que también tienen las redes sociales más allá de la realidad de la capital de los cubanos y de precios prohibitivos de ETECSA, cuando se trata de temas sensibles que afectan la cotidianidad.
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