La semana pasada, cuando un par de atracadores de joyerías secuestraron un camión de UPS y se desató una persecución policial que culminó en un tiroteo, dos personas inocentes perdieron la vida. Ahora las familias de ambos han contratado abogados para “pedir responsabilidad a los responsables”.
El FBI se hizo cargo de la investigación, pero no ha entregado información que aclare quién disparó las balas que acabaron con las vidas del chofer del camión de UPS, Frank Ordóñez, y del conductor de un vehículo particular: ¿los atracadores o más de una docena de policías que dispararon una lluvia de balas en medio del tráfico detenido en una esquina en Miramar y usaron autos de civiles a manera de escudo?
Lea el reporte completo en El Nuevo Herald.
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