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La visita de Santa Claus fue uno de los obsequios que recibieron, este 20 de diciembre, niños de familias migrantes en la comunidad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas.
El gobierno local, con ayuda de la iglesia Senda de Vida y de personas que conviven en el refugio, se ocuparon de llevar adelante esta iniciativa que cobró forma en la tarde y la noche del viernes, entre regalos, juguetes, piñatas y pintura de rostros.
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En conversación con Cibercuba, Yoandry Bolaño, artista de la plástica que declara haber sido censurado por el régimen de Cuba, explica que la idea surgió como una forma de estimular a los menores ante la difícil situación que atraviesan, a la vez que confiesa que las actividades sorprendieron a todos, ya que los obsequios navideños no se limitaron a los niños.
Bolaño comentó que, para muchos migrantes, llegar a esa localidad fronteriza ha resultado un cambio brusco, primeramente, por el impacto del clima. En las imágenes se puede distinguir que las personas, en su mayoría, están cubiertas por gruesos abrigos. Por otro lado, ha sido la confrontación de culturas, y el proceso de adaptación a las formas que predominan en el territorio.
Muchas de las familias que esperan en Reynosa perviven en condiciones infrahumanas, señala el artista. De ahí que, para él, la iniciativa resultara en un momento conmovedor, mientras que, en cuanto a los niños, significó la oportunidad de tener un juguete o algún objeto que ayudase a disipar su sufrimiento.
“Como artista, me sensibilizó revertir los rostros de los niños con la alegría de los dibujos animados”, dijo. La celebración, a su entender, aportó felicidad a las personas reunidas ahí, que momentáneamente aplacaron sus tristezas.
Hever Zuluaga, de nacionalidad venezolana, fue quien interpretó a Santa Claus. Con ayuda del gobierno local se distribuyeron los juguetes y regalos. El objetivo primordial era celebrar una Navidad para los niños, pero finalmente el ambiente se extendió hasta implicar la participación de los padres.
Según Bolaño, él pudo apreciar cómo se llenaban los rostros de alegría y armonía con cada rasgo del personaje animado que dibujaba. Esto trasmitió energías positivas a niños probablemente desesperanzados o llenos de sufrimiento.
Más de 500 cubanos, que permanecen en esa zona mexicana, pidieron hace unos días al cantautor Willy Chirino que los visitara y cantara para ellos. Bolaño confía en ver realizado este deseo, y adelanta que el lunes próximo, 23 de diciembre, recibirán una donación de diversos pastores sensibilizados con el tema de la comunidad migratoria.
A finales de septiembre, el opositor cubano Eliécer Ávila, se había desplazado hasta la ciudad de Reynosa, donde visitó a los cientos de compatriotas que allí aguardan, después de quemar todas las naves, a la espera de un asilo político y el posterior ingreso a EE.UU.
En octubre pasado, la alcaldesa de dicha localidad, Maki Esther Ortiz Domínguez, reclamó al Gobierno mexicano que elaborara una forma legal de volver autosustentables a los migrantes después de un tiempo de estancia en el territorio, debido a los gastos que la manutención de estas familias suponía para las autoridades.
De igual modo, un periódico relató la experiencia de tres cubanos que, en medio del limbo en que se hallaban sin respuesta de las oficinas migratorias, decidieron montar en Reynosa una venta de pizzas con particularidades de la Isla, logrando una importante clientela en la zona.
Con el fin de la política de Pies Secos-Pies Mojados, los cubanos han tenido que apañárselas en distintas regiones de la frontera mexicana con Estados Unidos, pues no son pocos los que denuncian largas dilaciones a la espera de que su situación migratoria se resuelva definitivamente, aunque no siempre la balanza se incline a favor de los solicitantes.
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