No importa que sea la burla de medio mundo, una y otra vez: "El Cangrejo" adora las cámaras. Tiene una fascinación adictiva con ellas. Este sábado, en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular que elegía al nuevo Primer Ministro del país lo volvió a demostrar.
A pesar de que difícilmente la sede del parlamento cubano sea un escenario hostil o peligroso para su abuelo, Raúl Guillermo Rodríguez Castro, "El Cangrejo", jefe de escolta de Raúl Castro, ocupó un puesto central en la misma mesa de Raúl Castro, incluso delante del elegido Primer Ministro, Roberto Marrero Cruz.
De hecho, en varios momentos de la sesión pudo verse al "Cangrejo" impartiendo órdenes y hablando a distancia con Castro, algo totalmente inusual en un jefe de guardia personal, que por lo general suelen querer pasar inadvertidos.
El nieto y jefe de escoltas de Raúl es todo lo contrario. No solo intenta siempre ocupar los puestos más visibles sino que no para de gesticular, ponerse de pie y mirar a diferentes lugares. Este sábado, mientras Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro se acercaban a las primeras filas de asambleístas, volvió "El Cangrejo" a ponerse de pie para, delante de todas las cámaras, decir algo a su abuelo.
Ni siquiera Fidel Castro, que tenía guardia personal las 24 horas, apareció en la Asamblea Nacional con un jefe de escolta a su lado, escolta convertido además en todo un personaje público debido a su falta de entrenamiento para pasar inadvertido.
Esta tendencia ha sido noticia internacional en el pasado. Durante los viajes por Europa y Sudamérica de Raúl Castro, "El Cangrejo" fue objeto de burlas en telediarios y periódicos por esa obsesión de aparecer junto a su abuelo dondequiera.
A veces, incluso, llegaron a producirse quejas de fotorreporteros durante el viaje de Raúl Castro a Francia en 2016, debido a que el escolta arruinaba casi todos los planos del gobernante solo.
Aunque sin lugar a dudas, la joya de la corona en las burlas internacionales se produjo cuando el entonces mandatario francés Francois Hollande debió voltearse él mismo y pedirle al "Cangrejo" que se alejara de ellos mientras entraban en el Palacio de Elíseo, una imagen que fue portada en todas las emisiones europeas y motivo de las críticas más mordaces contra el "entusiasta" guardaespaldas.
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