El mismo dolor de cabeza de todo el año en Cuba se quintuplica cuando diciembre va llegando al final: encontrar la carne de cerdo para las fiestas de Navidad y Fin de Año.
El desabastecimiento no es coyuntural, y no desapareció con la llegada de aquel famoso barco de petróleo. El desabastecimiento de alimentos lo están sufriendo ahora mismo los habaneros que deben salir desde las 7am a recorrer carnicerías particulares o estatales donde, por lo general, quedan solo “recortes” del día anterior.
“Por los lugares estatales que pasé, ya se había acabado la carne de cerdo, sólo quedaba recortería, manteca y patas, en estado bastante desagradable” dijo a CiberCuba una de estas víctimas del Fin de Año cubano, que recorrió diferentes carnicerías con mucha esperanza, pero sin suerte.
Durante la última semana, en el mercado estatal de Ayestarán vendieron carne de cerdo el jueves último, y alcanzó hasta el amanecer del viernes. “Muy temprano el viernes”, nos confirmaron a CiberCuba. Los compradores que salieron sábado o domingo a “luchar la comida” del 31 por esta zona regresaron a sus casas como mismo se fueron.
También en Ayestarán, la carnicería estatal “Mar y Tierra” exhibía este fin de semana su listado de precios y productos: la carne de cerdo brillaba por su ausencia.
Solo los particulares tienen algo de carne de cerdo, aunque ni de lejos logran cubrir toda la demanda de la población que identifica, invariablemente, el 31 de diciembre con cerdo asado por pura tradición.
Hay que pasar siempre antes del mediodía por los puestos de venta si se quiere comprar piezas medianas o grandes, algo que no sean recortes de carne. Y aunque se vende también por libra, los carniceros prefieren vender piezas enteras.
Los precios, eso sí, son de todo menos navideños.
La libra de carne de cerdo cuesta 35 pesos cubanos, y la de bistec 45. Quienes optan por productos ahumados la tienen difícil también: 50 pesos la libra de lomo ahumado, 40 pesos el “recorte ahumado” y 10 pesos la libra de pata ahumada. Quienes decidan comprar el clásico pernil de puerco para asarlo u hornearlo en Cuba deberán rascarse el bolsillo: comienzan a partir de los $895 pesos, cuando aparecen.
Se trata de los mismos precios astronómicos de hace un año, que en nada invitan al optimismo. Piernas de cerdo que rondan los 900 pesos cubanos en un país donde los salarios promedios se fijan en $776 pesos al mes.
El dilema es como para enloquecer: el Estado no tiene carne, y los particulares tienen pero a precios imposibles.
En medio de carencias generalizadas y de una economía en agonía (por más que el Ministro Alejandro Gil Fernández asegure que no decrecerá y que aumentó el PIB en 1%) los cubanos tienen cada día más difícil cumplir con su tradición de cena con carne de puerco.
“Imagínate si yo puedo pagar 900 pesos y más por una pierna de puerco para el 31”, dijo a CiberCuba otra madre de familia de la isla, que confesó que se había resignado hace dos o tres fines de año a no comer carne de puerco: “Yo cocino pollo, y se acabó”.
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