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El opositor cubano Mitzael Díaz Paseiro, quien cumple una sanción de tres años y medio de privación de libertad desde noviembre de 2017, se encuentra en una celda de castigo de la cárcel La Pendiente, en Santa Clara, y allí permanecerá hasta que no se acoja al llamado Plan de Reeducación.
Su esposa, la activista Arianna López, reveló a Martí Noticias que el propio jefe de enfrentamiento de la Seguridad del Estado en Villa Clara, Erick Francis Aquino, le confirmó que su pareja había sido trasladada a condiciones de aislamiento por mantener su condición de preso político plantado.
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“El día 18 se negó a rendirle pleitesía, a pararse en firme frente al violento Osmany Feble de la Paz, quien es jefe de la prisión. Él intentó obligarlo y Mitzael respondió con consignas anticastristas, le propinaron una brutal golpiza y en protesta a esto se mantiene en huelga de hambre”, relató.
“Él desde que ingresó a prisión se niega a acogerse a este mal llamado programa de reeducación carcelaria y por eso ha recibido innumerables golpizas, violaciones a sus derechos, negación de atención médica y religiosa, protestando siempre porque ese plan está diseñado para delincuentes comunes, no para personas como él, que luchan para que su patria tenga libertad y democracia”, precisó.
Díaz Paseiro, miembro del Frente Nacional de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo, fue declarado prisionero de conciencia el pasado 26 de agosto por la organización Amnistía Internacional.
Ya en enero protagonizó otra huelga de hambre, como protesta por las represalias tomadas por el régimen hacia él y su familia por participar en la campaña #YoNoVoto, que se oponía a la aprobación de la Constitución.
En anteriores ocasiones Arianna López, quien también integra la citada organización política, ha denunciado los abusos que ha sufrido su esposo desde que entró a la cárcel, por no acatar el adoctrinamiento impuesto en las prisiones de Cuba.
Las autoridades del penal le han prohibido las visitas y las llamadas telefónicas, así como tomar el sol, y le han dicho que si desiste de su actitud esos derechos les serían restituidos.
Díaz Paseiro fue imputado por el delito de peligrosidad social predelictiva, tras protestar por las elecciones municipales del Poder Popular que se realizaron en 2017.
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