La periodista Claudia Márquez, fundadora de las Damas de Blanco y residente en Puerto Rico, fue impedida este martes 31 de diciembre de viajar para visitar a su madre en Cuba, donde las autoridades del país la mantienen "regulada".
"Ha sido un día muy fuerte para mí... He llorado y gritado toda la rabia de 15 años en ese aeropuerto", dijo Márquez en conversación con CiberCuba desde San Juan. "Por lo menos me desahogué y solté todo lo que pensaba".
Hace 15 años Márquez se despidió de su familia y se marchó al exilio por no compartir las ideas políticas del gobierno, luego de recibir advertencias y represalias por sus participación en el movimiento disidente en la isla. Su esposo en ese tiempo era el activista opositor Osvaldo Alfonso, condenado a 18 años de cárcel en la Causa de los 75, en 2003.
Desde entonces cada vez que intenta retornar, sobre todo por vínculos filiales, recibe la negativa de las autoridades gubernamentales.
El incidente de este 31 de diciembre, en el aeropuerto de Tocumen, en Panamá, fue el más reciente y le sirvió para demostrar que en Cuba nada ha cambiado, aunque el mandatario Miguel Díaz-Canel asegure que la comunidad de cubanos que vive en el exterior es también parte de la Patria.
Márquez contó a CiberCuba que al llegar al aeropuerto panameño fue atendida por un trabajador de Copa Airlines que le notificó que debía ir hasta la oficina de Servicio al Cliente, en el otro extremo de la instalación aeroportuaria, porque había una información para ella "muy importante".
"No me van a dejar entrar", se dijo a sí misma, y aún sabiendo que corría el riesgo de perder el vuelo, se movió hacia el sitio donde la remitían para aclarar su situación, pero las personas que le atendieron desconocían el caso.
Luego de insistir que la demora le haría perder el viaje, los empleados buscaron en el ordenador y le notificaron que Cuba no autorizaba su entrada al país.
"Los funcionarios de Copa son cómplices del abuso", agregó.
Márquez aún carga con las consecuencias de haber sido opositora y periodista independiente en Cuba. Durante los años de protestas públicas por la liberación de los presos de la Primavera Negra, asumió la dirección de la revista alternativa De Cuba y publicó numerosos artículos de denuncia en periódicos de América Latina y Estados Unidos, entre ellos The Washington Post.
En 2018 también intentó regresar, y cuando solicitó la prórroga de su pasaporte, le adjuntaron un documento que dice "Por el momento no puede viajar a Cuba".
Sin más excusas ni explicaciones, lamenta todo este tiempo sin poder recibir el abrazo de su madre y que sus dos hijos tampoco puedan hacerlo. Lo peor de todo es que no tiene a quién reclamar, porque eso es imposible con las dictaduras, comentó.
También se siente engañada. Asegura que la agencia de viajes Varadero, en Puerto Rico, le dio esperanzas falsas sobre un posible cambio en el país, y le motivó a realizar la gestión, pagando para reservar el boleto aéreo y realizar los trámites consulares. "Son unos mentirosos y se prestan para el juego", dijo refiriéndose a aquellos que la timaron en complicidad con el gobierno de La Habana.
"Lo que sientes es mucha impotencia, y una mezcla de rabia con mucha tristeza, porque es increíble que a estas alturas un gobierno haga estas cosas", expresó Márquez, quien tampoco ve justo que se discrimine a las personas por sus ideas políticas, posiciones ideológicas y, mucho menos, por querer enfrentar a un sistema totalitario.
"Algún día lo van a tener que pagar", manifestó, convencida de que "la justicia para Cuba y los cubanos llegará muy pronto".
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: