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La Fundación Freedom from Religion ha pedido al Servicio de Impuestos Internos (IRS) que investigue la iglesia de Kendall, Miami, que este viernes organizó el acto electoral del presidente Donald Trump, alegando que las acciones de su pastor, Guillermo Maldonado, violan las normas que prohíben a las organizaciones participar en campañas políticas.
Maldonado, líder de la Iglesia del Ministerio Internacional del Rey Jesús, se defendió diciendo que su templo solo estaba alquilando un espacio para la campaña de reelección de Trump en 2020, pero que no patrocinó ningún evento político ni respaldó al mandatario.
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El ministro religioso, que se autodenomina apóstol, se ha vuelto una figura mediática porque suele predicar a muchos indocumentados. Para el acto del viernes, diseñado para el lanzamiento del grupo Evangélicos por Trump, aseguró que cualquier emigrante ilegal podría asistir, sin preocupaciones ni temores de ser arrestados.
Ante las críticas recibidas por quienes rechazan la postura antiinmigrante del gobernante republicano, Maldonado aseguró que jamás pondría en peligro a nadie y que ser cristiano estaba por encima de todo.
Finalmente Trump se presentó en el local, donde se concentraron unos setenta pastores evangélicos y varios miles de feligreses.
En su alocución, que se celebró a pocas horas de la muerte del general iraní Qassem Soleimani en un ataque norteamericano sobre Bagdad, el mandatario afirmó que Dios estaba del lado de Estados Unidos.
“En Estados Unidos no veneramos al gobierno. Veneramos a Dios. Los cristianos evangélicos de todas las denominaciones y los creyentes de todas las religiones nunca han tenido un mayor defensor, ni siquiera cercano, en la Casa Blanca, de lo que ustedes tienen ahora", declaró, según The New York Times.
“Hemos hecho cosas que nadie pensó que fueran posibles. Juntos no solo estamos defendiendo nuestros derechos constitucionales. También estamos defendiendo la religión misma, que está bajo asedio”, agregó.
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