“Decidí que había llegado el momento de dar mi versión y contar toda mi verdad de una vez por todas”. Bajo esa premisa surgió el contacto de Aroldis Chapman con CiberCuba hace dos semanas para ofrecernos la que sería, quizás, la entrevista de su vida.
Se esfumaba 2019 y Chapman acababa de convertirse en el único beisbolista cubano que integraba el majestuoso equipo de la última década de la MLB. De regreso a Miami para unas vacaciones de invierno, el Misil Cubano pidió sentarse frente a nuestras cámaras y responder abiertamente por todas las polémicas que le han perseguido hasta hoy.
Chapman no puso una sola condición, no precisó un solo tema intocable ni pidió conocer el cuestionario de antemano. El pitcher de 105.1 millas aceptaba que le lanzáramos cualquier cosa.
De entrada, CiberCuba Leaks.
El 12 de septiembre de 2019 nuestra página publicó un informe exclusivo que detallaba cómo Aroldis Chapman se convirtió en 2015 en persona de interés para el MININT cubano. Su archivo integró el Programa Recolector de la inteligencia cubana para labores de espionaje.
¿Fue chantajeado Chapman con información personal y sensible? ¿Fue captado por la Seguridad del Estado para que sirviera como agente de influencia en momentos en que Cuba negociaba contratos con la MLB?
El lanzador rompió el silencio incluso, por primera vez, sobre su intento frustrado de salida de Cuba en 2008, cuando fue atrapado por las autoridades cubanas y debió testificar en juicio contra quienes organizaron la fuga.
Se trata del episodio más controversial de su carrera y por el que enfrentó varias demandas en Estados Unidos tras su arribo en 2009. Todo se resolvió con acuerdos millonarios. Chapman nunca contó su versión en detalle, hasta ahora.
Además, anécdotas de las carencias que sufría el propio equipo Cuba; su vida en el poblado rural Frank País, a 83 kilómetros de Holguín, hasta convertirse en el pitcher relevista con un contrato histórico en la MLB: $86 millones por cinco años con los Yankees.
Son cincuenta minutos de espontaneidad y libertad de expresión que Aroldis Chapman, uno de cubanos más exitosos de todos los tiempos en el deporte estadounidense, decidió ofrecer a los lectores de CiberCuba incluso a modo de alivio personal. Para nosotros, un fascinante desafío periodístico que llevaremos hasta ustedes… muy pronto.
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