Niños que asisten a escuelas de Ciego de Ávila fueron reunidos en el parque José Martí de esa ciudad, para gritar lemas contra las acciones del movimiento Clandestinos.
“Con Martí no te metas, a Martí se respeta” vociferaron allí estudiantes de las enseñanzas primaria, secundaria y especial, según señaló la agencia oficialista Prensa Latina en una nota que solo menciona el “ultraje” de “grupos vandálicos” en La Habana, sin referirse a las otras regiones del país en las que el grupo opositor ha actuado.
El despacho indica además que “los infantes manifestaron su repudio ante tales hechos”, como si se tratara de una iniciativa que realizaron por voluntad propia. Igualmente, dice que se realizaron cantos, declamaciones de los Versos Sencillos y la escenificación de los personajes de la obra martiana La Edad de Oro.
Asimismo, la agencia recordó el caso del niño avileño José Daniel de la Torre Sampier, quien, en medio de los desastres ocasionados por el huracán Irma, rescató un busto de José Martí sumergido entre las aguas, un momento que quedó para la posteridad gracias a una fotografía que recorrió el mundo.
Esta es otra de las ocasiones en que los aparatos ideológicos del régimen utilizan para tales propósitos a los niños, que ya de por sí son sometidos a un programa educacional plagado de adoctrinamiento.
Hace solo unos días, La Habana atestiguó una escena similar, cuando varios estudiantes de enseñanza primaria se concentraron a la entrada de la Sociedad Cultural José Martí. Allí fueron también obligados a presenciar actos de repudio contra Clandestinos, cuyos miembros comenzaron por pintar de rojo los bustos del Apóstol en instalaciones gubernamentales, aunque pronto diversificaron sus objetivos.
Sin embargo, estas primeras imágenes compartidas en Facebook con los bustos presuntamente “ensangrentados” dieron origen a un debate sobre la pertinencia de tales acciones para el detrimento del régimen.
Los sucesos marcaron una división de posturas en dos bandos: grupos que apoyan confiadamente al movimiento y otros que defienden, con tenacidad, el carácter sagrado e intocable de la figura de Martí.
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