Dos detenidos por pintar con sangre de cerdo varios bustos del prócer José Martí y vallas en La Habana desde inicios de este mes implicaron a activistas cubanos de Miami en el financiamiento del grupo Clandestinos, según un reportaje emitido el martes por el Noticiero de la Televisión Cubana (NTV).
De acuerdo con las declaraciones de Panter Rodríguez Baró, de 44 años, y Yoel Prieto Tamayo, de 29, presuntos miembros de Clandestinos y autores de las pintadas, la activista cubana Ana Olema, radicada en Miami, les pagó para realizar esas acciones en varios puntos de la capital.
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Prieto Tamayo reveló que lo contactaron y le propusieron hacer el trabajo sobre los bustos de Martí. Según su confesión, la persona que lo hizo le dijo: “Tú sabes, pa' que te ganes una platica pa' fin de año”.
Por su parte, Panter aseguró que lo contactó una persona llamada Ana Olema, a quien identificó como su amiga, mientras que Yoel afirmó que ella fue quien les envió el dinero para los “actos contrarrevolucionarios”.
El teniente coronel Francisco Estrada Portales, de la Dirección General de Investigación Criminal del Ministerio del Interior (MININT), afirmó que los inculpados recibieron más de $1,000 dólares como pago por estas actividades, y explicó que el dinero fue transferido a través de la compañía Western Union por Ana Olema y su esposo, también vinculado a actividades enemigas contra la isla, según su declaración.
La pareja conocida de Ana Olema es el director audiovisual y productor Didier Santos Moleiro, fundador del Festival Rotilla en La Habana y residente en Miami. Su nombre no se menciona en el reportaje de la TV Cubana.
Del dinero implicado en las actividades de vandalismo, $600 dólares fueron enviados como pago por los hechos denunciados, los cuales fueron recibidos por el propio Panter y otras personas vinculadas a él.
En las investigaciones se estableció, según indicó también Estrada Portales, que los detenidos fueron los autores de otros hechos en febrero de 2019 en la zona de la Universidad de La Habana, donde fueron captados por cámaras de vigilancia colocando carteles en contra del voto por la nueva Constitución, aprobada el pasado año.
Luego de la presentación de las presuntas pruebas del financiamiento, el narrador del reportaje acusa a Ana Olema Hernández Matamoros de estar al servicio del gobierno de Estados Unidos y los exiliados de Miami, a los que califica despectivamente como "mafia anticubana radicada en la Florida".
El narrador de la pieza afirma que Olema ha estado involucrada anteriormente en “varias acciones contrarrevolucionarias” y la define como “una marioneta de la subversión”.
“El dinero recibido por los autores es una mínima porción de los 30 millones de dólares destinados por el gobierno de Estados Unidos para la subversión en Cuba el pasado año”, indica la narración en off.
También informa que en las acciones contra los bustos de Martí se involucraron, además, los ciudadanos Guillermo Mendoza Torroella, quien cedió su celular para documentar los actos, y Jorge Ernesto Pérez García, primo de Panter, cuya función era contactar por Internet con Olema y enviarle las imágenes y videos. Ambos también se encuentran detenidos por su participación en las acciones, según la versión oficial.
Igualmente se menciona a Yunel Fernando Cardoso Freire, radicado en Miami, como la persona que publicaba desde el exterior en Facebook las actividades de “una supuesta y mal llamada célula clandestina dentro de la isla”.
En el material difundido por la emisión estelar del NTV se muestran imágenes de las cámaras de vigilancia de la avenida Boyeros, en la que aparecen dos personas “con actitud sospechosa” en la madrugada del 1 de enero de 2020, las cuales son identificadas como Panter y Yoel.
Según el reporte, ambos mancharon con sangre de cerdo 11 bustos de Martí y tres vallas con contenido político en escuelas de la capital, incluyendo la ''Antonio Maceo'' y la Universidad de La Habana.
Al relatar la manera en que realizaban las acciones, Panter confesó: ''Casi siempre, muchas veces, tiraba yo, o si no, me daba la mochila o la echaba él, igual. Él era el que tiraba la foto y ponía el video''. A ambos se les atribuye un largo historial delictivo, y son acusados de consumir y traficar drogas.
La teniente coronel de la Dirección de Criminalística del MININT, Milagro Cabrera Vélez, dijo que en la identificación de los ciudadanos se utilizaron técnicas de reconocimiento de los rasgos exteriores de las personas y mediciones en las cámaras de protección, y procedimientos que permitieron identificar las prendas de vestir y objetos que utilizaron.
Asimismo, indicó que durante los registros se encontraron objetos y envases con sangre porcina en el garaje de Panter, además de latas con cocaína.
El reportaje de aproximadamente 12 minutos de duración señala que cuando el gobierno cubano anunció la detención de los dos individuos, varios activistas negaron la veracidad de la noticia, entre ellos el músico de Los Aldeanos, Aldo Rodríguez Vaquero, al que califica de “contrarrevolucionario”.
La televisión mostró una grabación de una directa realizada por el artista, en la que se pregunta: “¿Por qué no se le puede echar un poco de sangre a José Martí?”.
Entre las imágenes de exiliados que se mencionan como figuras en respaldo a las acciones de Clandestinos y la subversión dentro de Cuba aparecen la opositora Rosa María Payá, promotora del proyecto Cuba Decide; el artista Danilo Maldonado "El Sexto"; el presentador e influencer Alex Otaola y la activista Liu Santiesteban, todos radicados en Miami.
El reportaje indicó que los detenidos serán enjuiciados bajo las leyes cubanas, aunque no se informaron detalles sobre el proceso de encausamiento. La investigación sobre los hechos continúa, según la información transmitida.
El material televisivo presentó nuevamente imágenes ya difundidas de actos convocados por el gobierno para repudiar las acciones del movimiento Clandestinos, en los que participaron trabajadores y estudiantes, muchos de ellos, niños de escuelas primarias de varios lugares del país.
Al cierre del reportaje, se llega a comparar las acciones del movimiento Clandestinos con los hechos que terminaron en el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina por el ejército español, en noviembre de 1871.
“Si en una época pasada, ocho estudiantes de medicina fueron asesinados injustamente por un supuesto ultraje a la tumba de un prócer español, ¿qué merecen entonces estos serviles?”, advierte el narrador, y añade que “para su suerte, la revolución cubana es justa, respeta la vida y cree en el mejoramiento humano”.
El movimiento Clandestinos se dio a conocer el 1 de enero de este año, cuando publicó fotos en su página de Facebook que mostraban varias estatuas de José Martí bañadas con un líquido rojo semejante a la sangre.
"Así amaneció La Habana", "calentamos La Palma, La Policía del Cerro, El Latino, Alta Habana y otros", escribió el grupo en un post en la red social, donde también publicaron la imagen de una pancarta en la que el líquido manchaba la figura del fallecido dictador Fidel Castro.
En declaraciones posteriores, Clandestinos reivindicó la acción como "un grito de guerra contra la dictadura y un llamado al pueblo al clandestinaje".
Desde el inicio, eran desconocidas las indentidades de los miembros del grupo, que se presentaba en redes sociales con el nombre de una de las películas más icónicas del cine cubano, Clandestinos, y máscaras con el rostro del pintor Salvador Dalí, famosas por la popular serie de televisión La Casa de Papel.
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