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La viceprimera ministra de Cuba, Inés María Chapman Waugh, afirmó que el embargo de Estados Unidos dificulta la distribución de agua en la isla e imposibilita lograr un servicio eficiente.
En su cuenta de Twitter Chapman Waug, ex presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, dijo que “se analizan los problemas con profundidad crítica, aplicar la inteligencia colectiva y la innovación para enfrentar el bloqueo del gobierno norteamericano. Lograr un servicio eficiente.”
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“¿Cómo vamos a enfrentar este bloqueo tan crudo que tenemos y que todas las semanas lanza una nueva medida?”, se preguntó la funcionaria durante el balance de trabajo de 2019, realizado el pasado sábado, según un video que circula en las redes sociales.
La empresa estatal Aguas de La Habana, responsable de la distribución del preciado líquido en la capital del país, tiene una eficiencia de bombeo de apenas un 50% de su capacidad, por los múltiples salideros de las instalaciones. Asimismo, las fuentes de abasto están muy deterioradas y en cada vez más zonas de la ciudad se requieren pipas para abastecer.
Esto, aunado a que Cuba tiene sus embalses al 25% de su capacidad por la sequía, afecta a miles de personas en el país que han llegado al punto de salir a protestar luego de varias semanas sin recibir el servicio de distribución de agua potable.
Los vecinos del barrio de San Isidro en Centro Habana protagonizaron hace una semana un cacerolazo, ante la escasez de agua que durante más de dos semanas afectó los negocios de la zona, donde las personas suelen rentar casas a los turistas.
Los afectados no solo denunciaron la ineficiencia de la empresa estatal Aguas de La Habana y la falta del líquido, sino que este llega a sus viviendas contaminado de residuos tóxicos, debido a que se juntan tuberías albañales con las redes de agua potable en la capital del país.
Situaciones como estas han tenido lugar a lo ancho y largo de la Isla, sin que las autoridades tomen las medidas preventivas para evitar la contaminación.
A mitad del pasado año, las autoridades sanitarias de Villa Clara reportaron más de un centenar de enfermos en la provincia debido a seis brotes de intoxicación asociados fundamentalmente al servicio de agua potable en la ciudad capital.
La respuesta más socorrida de las autoridades de la Isla ante estas exigencias de la población es que “el bloqueo nos impide lograr un servicio eficiente”.
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