En las redes sociales han aparecido nuevas imágenes del intento de linchamiento al presunto violador de una niña de ocho años en Santiago de Cuba.
Nuevamente se puede apreciar, incluso con más nitidez, cómo una multitud enardecida le propina golpizas al hombre en el rostro y distintas partes del cuerpo, lanzándole además objetos, mientras la policía intercede para salvaguardar al individuo de males mayores.
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Las primeras grabaciones de estos violentos sucesos, ocurridos el pasado 8 de febrero en los barrios Agüero y Distrito José Martí de la capital santiaguera, mostraron que la policía debió reforzar su presencia con tropas especiales armadas, pues la situación se estaba saliendo verdaderamente de control.
Aun así, la multitud furiosa no cejaba en sus propósitos y llegaron a enfrentar a las autoridades con piedras.
Un vecino refirió a Cibercuba que el presunto violador maltrataba a otro hombre que era su pareja. A su vez, la fuente comentó que el hermano del acusado, quien padece de problemas mentales, está preso actualmente también por cargos de violación.
Según las informaciones que se han podido obtener ante el silencio de la prensa oficialista, el perpetrador, que escapó por los pelos de un linchamiento, está enfermo de VIH. Sería identificado luego como Alejandro Luis Wilson Corona, de 34 años, residente en el barrio de Santa Elena.
La menor fue ingresada de urgencia y sometida a una intervención quirúrgica por desgarramiento interno el hospital La Colonia. Su estado actual es de gravedad y durante este martes circularon versiones en las redes sociales sobre su fallecimiento, lo cual se desmintió más tarde.
Según el activista santiaguero LGBTI Mariano Arturo Ochoa, la menor estaba recibiendo medicamentos para evitar una infección con VIH.
Un vecino precisó que la niña había sido sometida ya a varias operaciones y en una de ellas le extirparon el útero.
Asimismo, indicó que el agresor perdió un ojo y los dientes producto de las golpizas.
En sus intentos por refrenar los impulsos de la población, las fuerzas especiales del Ministerio del Interior tuvieron incluso que efectuar algunos tiros con armas de fuego para disuadir a la multitud. Pero hasta el momento, no se conoce de ningún herido durante los incidentes.
Algunos han querido dar a los hechos tintes de protesta popular contra el régimen, aunque la génesis del asunto sea otra bien distinta a todas luces. Sin embargo, no deja de ser una muestra de desafío al poder en la isla.
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