El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, contó a sus familiares que las autoridades lo mantenían semidesnudo y en una celda de castigo en la prisión Aguadores, de Santiago de Cuba.
Detenido desde el 1 de octubre de 2019, por presuntos delitos comunes, este 14 de febrero pudo reunirse con algunos de sus seres queridos, pero aún el opositor no tiene una fecha de juicio y está encerrado en un aposento aislado y con pésimas condiciones, que él mismo describiera como una tumba, según el medio Cubanet.
Por otro lado, comentó que se negaba a ingerir los alimentos que le suministraban en ese centro penitenciario, debido al mal estado que habitualmente presentaban.
“Mi papá se mantiene comiendo lo que nosotros le llevamos de la casa, a veces le dejan pasar varias cosas, otras veces no, es como estimen los oficiales allí, no se rigen por normas, es como ellos decidan en ese momento”, explicó José Daniel Ferrer Cantillo, uno de los hijos del líder activista.
“Pero ahora en esta visita, mi papá no se quedó con los alimentos que le dejaron pasar, muchas cosas las tuvimos que regresar, porque -dice- que a partir del 19 de este mes comenzará una dieta que llamó dieta de la dignidad y que por 40 días solo comerá dos bizcochos y un vaso de leche”, añadió el joven de 17 años.
Ferrer Cantillo también señaló que a su padre lo mantenían sin colchón, sábana ni toalla a lo largo del día, pero el líder de UNPACU ha expresado su decisión de no retroceder en su lucha por la libertad de Cuba, aunque ello le costara incluso la vida.
La semana anterior, el joven fue detenido por la policía del régimen, con la intención de que trasmitiera a su padre la oferta de salir del país a cambio de anular la condena en su contra; petición a la que Ferrer Jr. se negó.
Un comunicado publicado el pasado 10 de enero por la organización con sede en España Cuban Prisoners Defenders, consideró que esta propuesta es algo inédito para un procesado por un delito “supuestamente” común (la causa de su detención según el gobierno cubano); y podría significar que el régimen de Cuba desea deshacerse del líder opositor antes del juicio para eludir el bochorno político.
Igualmente, las autoridades han amenazado con confiscar las dos viviendas que sirven de sede a la UNPACU, además de todo lo que se encuentre dentro de ellas. Recientemente, la esposa de Ferrer expuso que la custodia de su hijo más pequeño estaba en peligro, ya que la Seguridad del Estado podría quitársela si continuaba su activismo.
No son pocas las voces que desde distintas partes del mundo se han alzado a favor de la liberación del líder opositor, quien lleva casi 140 días en prisión después de que el Ministerio del Interior acometiera un operativo contra la sede principal de la UNPACU en Santiago de Cuba.
Siempre que ha tenido oportunidad, el régimen ha contestado con campañas para desacreditar la imagen de Ferrer ante la opinión pública, al presentarlo como un hombre irascible que ha agredido a varias personas, lo cual, en cambio, ha sido negado en múltiples ocasiones por personas allegadas al opositor.
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