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Autoridades cubanas anunciaron que incorporarán nuevos artículos para la venta en las tiendas en dólares y otras divisas extranjeras, pese a que no han podido garantizar la estabilidad de los que ofertan actualmente.
Generadores eléctricos, calentadores, cámaras frías, minibares, campanas de extracción, sistemas de seguridad, laptops, partes y piezas de computadoras, herramientas eléctricas profesionales, cabinas de ducha, pavimento de porcelanato, pintura para autos y podadoras de césped son algunos de los nuevos productos que pasarán a formar parte de la oferta en estos establecimientos.
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No obstante, un reciente reportaje del diario Juventud Rebelde mostró la insatisfacción de la población ante la ausencia de algunas de las mercancías que se venden en estas unidades.
“Hace dos semanas que tengo la tarjeta para comprarme un freezer, pero no hay en ninguno de los lugares a los que he ido”, denunció Karelia Sierra, vecina de Centro Habana.
Los split, freezers, refrigeradores (fundamentalmente aquellos de menor capacidad y tonelaje), así como las motos eléctricas y los neumáticos, son los productos que más cuenta encontrar. Así sucedió, por ejemplo, en provincias como Villa Clara, donde dichos artículos se agotaron apenas cinco días después de inaugurar sus dos primeras tiendas.
Al respecto, Rosario Ferrer, vicepresidenta comercial de la Corporación Cimex, se limitó a decir que la demanda ha sido superior a la planificada, y que la contratación de las mercancías ya está asegurada “para que exista una garantía de suministros que permita continuidad de las ofertas en cada una de las líneas”.
Actualmente existen en el país 80 establecimientos comerciales habilitados para estas ventas, de ellos, 57 son para equipos electrodomésticos, 23 para productos automotrices y diez son tiendas on line.
Recientemente el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, reconoció públicamente que las tiendas en divisa extranjera inauguradas en octubre no fueron diseñadas para que toda la población tenga acceso a ellas.
“Es una medida que beneficia a todo el pueblo, con independencia de que no todo el pueblo pueda acceder a la moneda libremente convertible y comprar esos productos en las tiendas, porque sabemos que no todo el pueblo tiene acceso a las divisas”, admitió el funcionario en la televisiva Mesa Redonda.
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